HOY: NO ESTÉS SOLO EN ESTA LLUVIA: PARTE II

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El director nos observó con una expresión seria

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El director nos observó con una expresión seria. La suerte no estaba de mi lado, claramente, y yo ya no tenía las mismas energías que en la mañana. ¡Todo lo que quería es meterme a mi cama y no salir más!

—¡Qué maravilloso, chicos!— exclamó, con fingida emoción —Discutiendo en mi despacho.

—Perdón— me apresuré en decir —¿Nos escuchó?

Él señaló algo en su escritorio. Lo miré confundida hasta que vi cómo se acercaba a la mesa y movía el libro que estaba sobre el micrófono por el que él se comunicaba. Oh, no.

—Todo el colegio los está escuchando—señaló.

Intercambié una mirada con Simón. Tenía mucha, pero mucha vergüenza. Todos nos habían oído y ya podía imaginarme las cosas que habrán pensado, o incluso dicho. ¿Santiago nos habrá escuchado? Era obvio que sí. Todo el colegio nos había escuchado.

Es que todo me salía mal y no sabía qué más hacer.

—Estudiantes a estudiar— habló por el micrófono.

Luego de disculparme un par de veces más, salí del despacho y me encerré en el baño para evitar tener que hablar con Simón u otra persona. Estaba súper enojada por todo, la vergüenza se había ido y había sido reemplazada por el enojo. Tenía que relajarme antes de salir. Lamentablemente, no podía estar un día entero aquí, no podía esconderme siempre.

Cuando regresé al aula, todos me miraron, pero los ignoré y me senté en mi lugar después de pedirle al profesor si me podía dejar pasar. Felizmente, nadie se atrevió a decir algo al respecto.

¡Qué día! ¿Podía terminar ya? Gracias.

**********

Cuando las clases terminaron, me colgué el bolso y acomodé mi cabello, sintiendo algunas miradas en mí. Todo el día había sido así y ya estaba irritada y cansada de tener que aguantarlas.

¿No podían meterse en sus propios asuntos por un día y dejarme en paz? No les costaba nada.

—Ey— escuché la voz de Thiago sacándome de mis pensamientos —¿Estás bien?

Me encogí de hombros.

—Ignoralos— comentó.

—Créeme, eso trato— respondí, frotando mi rostro con cansancio —Creo que iré a casa y no saldré. Lo único que quiero hacer en meterme a mi cama, fin.

—¿Por qué no venís a comer a casa?— propuso, me negué —Dale.

—No sé, no estoy con tanto ánimos.

Midnights ✨ || Casi ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora