HOY: NO ME FALLES

1.1K 107 12
                                    

Después de descubrir que Vale tuvo el relicario con ella todo el tiempo, se lo entregó a Rama y él se fue para devolvérselo a la dueña; Cristina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de descubrir que Vale tuvo el relicario con ella todo el tiempo, se lo entregó a Rama y él se fue para devolvérselo a la dueña; Cristina. La dueña de aquel objeto tenía que ser justamente ella, que mal.

No sabía si a los demás les parecía raro, pero yo no creía que era una simple casualidad. Igual, nada de lo que sucedía lo era, lo había aprendido ya. ¡Desde que había llegado al país habían sucedido cosas tan extrañas y mágicas!

Thiago y yo salimos a dar una vuelta y charlar más. Con el pasar de los días, desde que descubrí que mi hermano es él, nos acercábamos cada vez más y eso me gustaba porque mi cariño hacia él crecía igual a la confianza que le tenía.

—¿Te sientes mejor?— le pregunté, refiriéndome al pequeño suceso de anoche.

Se encogió de hombros —No lo sé.

—Siempre que te sientas mal... puedes llamarme, y ten por seguro que responderé— aseguré —Y sabes que puedes confiar en mí, ¿de acuerdo? Siempre te creeré— prometí —Siempre.

Thiago me sonrió —Gracias. Por lo menos vos... no pensás que estoy loco.

—Digamos que la locura es de familia— bromeé.

—Sí— respondió entre risas.

—Hablando de eso— solté una risita —No te lo dije nunca, pero... ¿sabías que también soy sonámbula? Va, de hecho, lo era.

Me miró —¿Enserio? ¿Cómo que lo eras?

—Cuando era niña solía asustar a mis papás— reí y Thiago sonrió —Por eso no dejaban que duerma en casa de otras niñas, porque las asustaba. Bueno, no tenían tantas amigas que digamos...

—¿Por qué no?— preguntó confundido.

—No lo sé— me encogí de hombros —Me fue difícil de pequeña hacer amigos— confesé —Estaba sola y no ayudaba que yo creía tener magia y los asustaba mucho más.

—¿Magia?

Asentí —Sí, magia. Estaba convencida de que tenía poderes— solté una pequeña risa —Creía que podía des-

Mi oración fue interrumpida por su celular. Le hice señas para que responda y él asintió.

—¿Rama?— preguntó. Hizo una pausa y asintió, yo solo lo miré —Eh... sí, estoy con Valentina— pausa. Abrió los ojos con sorpresa —¿Qué?— asintió, yo le hice señas —Dale, dale, ahí vamos.

Colgó y yo lo miré expectante.

—¿Qué pasó?

—Rama quiere que regresemos. Encontró su llave.

—¿Su llave?

Asintió —Sí, ¿vamos?

Asentí y emprendimos nuestro camino para volver. ¿Otra llave? Con esta eran cinco, faltaban tres y me preguntaba de quiénes serían. Una tenía que ser de Mar, pero las otras dos...

Midnights ✨ || Casi ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora