HOY: LABYRINTH

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NARRADOR OMNISCIENTE

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NARRADOR OMNISCIENTE.

Thiago entró al loft, buscando a una personas, a la persona que él sabía había regresado. Subió una a una las escaleras que daban a la cama, pero no vió nada. Cuando volvió a bajar, lo encontró.

—Hola, hijo— Juan Cruz, en el cuerpo de Salvador saludó —Por fin me encontraste.

Thiago lo miró.

—Muy buen, hijo— Juan Cruz cruzó sus piernas, y luego, sonrió —Por fin estuviste muy astuto— dijo con un tono sarcástico —Por supuesto, que no tan astuto como tu padre... ¿Por qué no pensar que yo quería que me encontraras?

Juan Cruz, entonces, sacó el rastreador.

Horas atrás, Thiago, con ayuda de Cristóbal, pudo ponerle un rastreador a Salvador para poder estar seguros de que no salga de casa y, en caso lo haga, saber dónde estaba. Este aparato indicó que no se encontraba Salvador en la casa y Thiago supo que, lamentablemente, Juan Cruz había regresado. Así que salió a buscarlo y ahora ambos estaban cara a cara y todo podía suceder.

—Estaba acá esperándote— Juan Cruz le habló, su sonrisa maliciosa creció —Esperando que vinieras, que vos vinieras a buscarme.

Del bolsillo, Juan Cruz sacó una pistola y apuntó a Thiago. Este solo bufó.

—Dale, matame— lo retó.

—O matame vos— Juan Cruz estiró el brazo con la pistola en la mano para que Thiago la tome —Si te morís por hacerlo— habló —Te morís por vengarte de la muerte de Barto. Dale— al ver que Thiago no tomaba el arma, se la lanzó —Dale, disparame. Eh, ¿qué pasa? ¿Tenés miedo? Si no es difícil. Vos... lo hiciste ya con Barto. ¿Por qué no aprovechás?— lo animó, jugando con su mente —Aprovechá— él no paraba, no se detenía —¡Matá a dos padres en este momento de un tiro! Acabá con mi alma, dale.

—Tu alma no existe. Es un pobre agujero negro.

Juan Cruz le sonrió —Ay hijo, deberías aprender a mirar entre los grises.

—¡Yo no soy nada tuyo!— Thiago, enojado, apuntó con el arma a Juan Cruz —Ni Valentina, ni yo. Vos sos un enfermo. Dejalo en paz a Salva.

—Salvador valga la redundancia, se está muriendo, no tiene salvación. Y yo puedo estar adentro de él.. haciéndolo que sufra... o vos podés liberarlo de ese martirio. Dale, matame.

Thiago negó —Sos una mierda.

—Vos sos el único que puede matarme. Hacelo por vos, hacelo por tus amigos y por tu hermana. Dale, matame.

Thiago arrugó la frente, y se planteó la idea por un par de segundos, hasta que, finalmente, negó, bajó su brazo y miró al hombre frente a él.

—¿Qué pasa? ¿Qué pasa... tenés miedo?— se burló Juan Cruz —No es tan difícil. Dale, matame— dijo, insistente —Te vas a morir y vos vas a sufrir por la culpa que te va a dar ver a tu amigo morirse con el dolor— se levantó se su asiento —¿Y querés saber, hijo mío, quién sigue?— sonrió —Valentina. Voy a apoderarme de su alma y ella va a sufrir igual que Salvador. Solo vos podés detenerme. Mátame.

Midnights ✨ || Casi ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora