Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél momento. ¿Qué misterios le depara la vida?
[Simón Arrechavaleta x OC!]
Basado en la segunda temporada de Casi Ángeles.
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Mar pasó de sonreír con los ojos llenos de lágrimas, a sollozar mientras todos mirábamos su reacción. A Sebastián se le formó una sonrisa de ternura al ver aquella reacción y se acercó a ella para acariciar su rostro con delicadeza.
—Mi amor, ¿estás bien?
—Sí, estoy, contenta estoy— respondió, secando su rostro. Besó su mejilla —Gracias.
—Entonces, te gustó la sorpresa— comentó Thiago.
—Sí, me gustó mucho.
Poco a poco comenzaron a acercarse para darle sus regalos y felicitarla. Yo me esperé un poco para que vea el mío, pero no dejé de sonreírle.
—Gracias— sollozó —Gracias a todos porque están acá. A vos, Thiago, gracias, porque me organizaste esto, yo te tiraba con palos— soltó una risa —O sea, por poco te mataba. Y Sebas...— lo miró y se giró a mirar a todos —Vale, Tefi, viniste. Luca, Jaz, Valen, el payasito, Cari— se giró —La jirafa— pausó, miró con seriedad a Thiago —¿Invitaste a la jirafa?
Tefi soltó una risa —No, gordi, yo la invité.
—A mi también, eh, obvio, che— apareció Jero, me contuve de sacarlo de las orejas con Melody —Feliz cumple, blacki— la abrazó mientras Mar lo miraba, quieta —Nacho no vino, eh. ¿Hay chupi, loco?
—Feliz cumple, Marchu— la saludó Melody, Mar la miró —Te traje un chupín de regalo. ¡Espero que te guste!— lo sacó de la bolsa para mostrárselo y puso cara de sorprendida —¡Ay, no me di cuenta que era tan largo!
Tefi soltó una risa.
—Bueno, no importa, le hacemos un dobladito.
Jazmín y yo intercambiamos miradas y asentimos, acercándonos a Mar para intervenir y alejarla de la víbora de Melody.
—¿Nos dejas con nuestra amiga?
Tomé a Mar de la mano y la alejé un poco para que pueda estar menos incómoda. Cuando estuvimos a una distancia adecuada, le sonreí.
—¡Amiga, feliz cumple!
Jazmin y yo chillamos y la apachurramos con unos abrazos llenos de felicidad. Besé su mejilla.
—Gracias por estar aquí, chicas.
—Para ti— le entregué mi regalo —Y este, de mamá. Te desea un feliz cumpleaños.
Sonrió —Ay, que linda.
—Te lo mereces— la abracé otra vez.
Alguien puso la música y sonreí cuando Sebastián, con picardía, me guiñó el ojo mientras se acercaba con una sonrisa a Mar para sacarla a bailar. Simón me jaló hacia él de la mano y me reí, siguiéndole el ritmo. Todos se la estaban pasando bien y se sentía una energía muy bonita en el ambiente.
