HOY: PRUEBA DE AMOR

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Mar y Jazmín y yo decidimos tomar algo en el bar y seguir hablando de la misteriosa llave que encontró en su relicario

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Mar y Jazmín y yo decidimos tomar algo en el bar y seguir hablando de la misteriosa llave que encontró en su relicario.

—¿Tu tía no te dijo de dónde era?— preguntó Mar.

—No— negó Jazmín, mirando la llave — ni siquiera me dijo que había una llave dentro del relicario.

Había algo sobre aquel objeto que me llamaba más la atención, pero no sabía qué.

—Pero bueno— continuó la rubia —Tendré que ir a la casa para ver de dónde es.

Entonces pensé, ¿que tal si la llave tiene que ver un poco con el libro dorado? Habían ocho candados, y eso significa qué hay ocho llaves, o quizá solo una y podría ser la que acabamos de encontrar ahora.

—Y si...— callé. No, eso sería mucha coincidencia, y algo poco probable —No, nada.

—¿Qué?— preguntó Jazmín.

Negué —No, nada.

—Decime, quiero saber— presionó.

—No, que — me encogí de hombros —Si a Thiago y Mar, les cayó un libro del cielo, la llave podría estar en un relicario, pero igual cualquiera, es algo que se me ocurrió en el momento, nada más.

Ella me miró —¿Vos decís?

Me reí —No, es cualquiera, no me hagas caso. Hay tantas cosas extrañas sucediendo ahora que solo se me cruzó esa idea.

—No creo que esta llave tenga que ver con el libro, hace mil años debe de estar en ese relicario— Mar, negando, opinó,

Jazmín asintió —Sí, sí, eso es verdad, pero es todo tan raro chicas que...

—Ey, ¿querés que te acompañemos a la casa de tu tía, a tu casa?— preguntó Mar.

—Sí, podemos acompañarte si no quieres si sola, y solo tienes que pedirlo— le sonreí.

—No, no, no estoy preparada para volver todavía— asentí entendiendo la situación —Ahora viene Matt porque quiere hablar conmigo.

—¿Está todo bien?

—Sí, sí, igual está medio raro.

Detrás de ella, a lo lejos, apareció Simón y no pude evitar mirarlo. Solté un suspiro.

—La guerra no está perdida— me alentó Jazmín, le sonreí —Enserio te digo, no está perdida.

—Para ti— respondí —Seguro está hablando con su novia, la rubia esa.

Mi tono había sonado despectivo y eso no me gustó para nada. A lo lejos, vi a Santiago y Nacho juntos e sonreí inconscientemente sonreí. Él, al notar que lo estaba mirando, me sonrió y saludó con una mano.

Midnights ✨ || Casi ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora