Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél momento. ¿Qué misterios le depara la vida?
[Simón Arrechavaleta x OC!]
Basado en la segunda temporada de Casi Ángeles.
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Sebastián y yo estuvimos paseando con los caballos por un buen rato. De la nada, mi caballo se puso un poco terco y comenzó a hacer sonidos raros que me asustaron hasta que elevó sus dos patas delanteras haciéndome casi caer y empezó a andar rápido. Me asusté mucho más cuando no se detuvo y pegué un grito de ayuda.
—¡Valentina, allá voy!— gritó Sebastián.
—¡Detente!
El caballo siguió y me aferré fuerte para no caerme. Entramos a un bosque y finalmente, luego de gritar que parara más de una vez, se detuvo en medio del bosque frente a lo que parecía ser un accidente. Me bajé rápidamente del caballo preocupada ante todo lo que estaba frente a mí.
—¡Mar! ¡Mar, reacciona!
Escuché el galopeo de más de un caballo y vi que se trataba de Sebastián y Simón.
—¡Valentina!
—¿Qué pasó?— preguntó Simón asustado. Caminó hacia mi preocupado —¿Vos estás bien?
Asentí —Sí, estoy bien. No sé qué pasó, encontré el auto así y a ella aquí sin reaccionar.
—Fanny, Fanny— trató de despertar a Mar, miré a Simón confundida al escuchar como llamaba a Mar pero lo dejé pasar porque estaba más preocupada y asustada por todo esto —Hablame, Funny. Funny, ¿estás bien? ¡Contestame, Fanny!
—¿Qué pasó?— preguntó Sebastián con las manos sobre su cabeza —¡Nacho!
El sonido de un carro de helados llamó la atención de los tres. A los lejos vimos venir a uno y Simón y Sebastián comenzaron a pedir ayuda.
—¡Ey! ¡Ayuda!
—¡Aquí! ¡Ey! ¡Ayuda!
Felizmente el carro se detuvo. Me acerqué —Ayuda por favor.
De este bajó un hombre vestido de negro con lo que parecía ser un arma. Simón, al ver la situación hizo el ademán de protegerme pero el hombro disparó y no pude evitar pegar un grito. Luego, procedió con Sebastián y terminó conmigo. Sentí el tiro directo a mi pecho y caí.
Cuando desperté, me dolía mucho el pecho y sobre todo la cabeza. Sentí como alguien acariciaba parte de mi cabello y abrí los ojos para encontrarme con mamá y papá. Ambos sonrieron cuando vieron que había despertado. Mamá tenía los ojos como si ella hubiese llorado.
—¿Qué pasó?— me atreví a preguntar.
Papá suspiró —Voy a llamar al doctor.
—Hijita— habló mamá —¿Estás bien? ¿Te duele en algún lugar? Nos tenías preocupados.
—Sí, estoy bien— le sonreí —Me duele la cabeza, un poco el pecho pero estoy bien. ¿Mis amigos? ¿Mar? Estaban heridos.
—Tu amiga está bien. Y los chicos que robaron ese auto también— lo último lo dijo con cara seria. No sabía que habían robado un auto —No puedo creer que esos chicos vayan a tu mismo colegio. Ojalá el director haga algo al respecto.
