HOY: COPIADO: SEGUNDA PARTE

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Cuando Thiago y yo regresamos al hogar, noté que estaba un poco más animado

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Cuando Thiago y yo regresamos al hogar, noté que estaba un poco más animado. Sabía que nos había visto conversar a su papá y a mí y que eso lo había puesto contento, aunque no me lo haya dicho. Era mucho mejor verlo así que preocupado. No quería que se angustie por algo que escapaba de nuestras manos.

Al entrar a la mansión, encontramos a Salva junto con Cielo, en la sala, charlando. Ambos giraron, al vernos entrar y nosotros les sonreímos.

—Ey— Salvador sonrió y se levantó del sofá rápido igual que Cielo —Thiago, Valentina, ¿cómo están?

—Bien, bien, por suerte y... fui a hablar con Barto. Tuve una charla medio rara.

—Emotiva, diría yo— dije.

Thiago asintió —Sí. Después te cuento mejor, ¿sí?

Cielo asintió y nos sentamos. Thiago miró a Salva.

—No es es que no te quiera contar a vos, eh. Pasa-

—No, está bien. No expliques absolutamente nada.

Miré a Salvador —¿Todo bien? ¿Estás mejor?

Se estaba recuperando bastante rápido, lo cual me sorprendió, pero definitivamente era algo bueno y me alegraba por él.

—Sí, mucho mejor— sonrió —Justo le contaba acá, que estoy mejor, que... voy a empezar a trabajar, y eso— nos informó.

Cielo negó —No.

—Sí.

—No— repitió Cielo —¿Cómo que vas a empezar a trabajar?

—Sí, sí, sí.

—Ay, Salva, no me parece que empieces a trabajar todavía. No sé, si es por cuestión de- de plata yo te puedo-

Salvador negó —No es cuestión de plata— aseguró rápidamente —Es que me siento bien, tengo ganas de trabajar— se levantó del sofá otra vez —Trabajo tranquilo desde casa, por computadora.

Cielo se levantó, no del todo convencida.

—Hay un solo tema que es que...— Salvador colocó una mano sobre la cabeza de mi hermano —Yo.. de computadoras, no se absolutamente nada.. Estuve tres horas intentando conectar la PC y la verdad es que... no pude— rió.

Thiago elevó la mirada para verlo —¿Qué, me estás pidiendo una mano?

Salvador miró a Cielo —¿Puedo?

Cielo sonrió —Vayan nomas, dale. Los espero para comer.

—Muchas gracias.

Thiago y Salvador salieron de la casa y yo los miré con el ceño fruncido. Por alguna extraña razón, no me daba una buena sensación aquello.

Cielo se percató de mi mirada —¿Pasa algo?

Quizá estaba siendo paranoica. ¿Qué podía pasar? Solo era Salvador.

Midnights ✨ || Casi ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora