Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél momento. ¿Qué misterios le depara la vida?
[Simón Arrechavaleta x OC!]
Basado en la segunda temporada de Casi Ángeles.
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Otro día más, misma rutina de siempre. Me tomé el tiempo necesario para ducharme y ponerme todo el uniforme del colegio. Desayuné, sola, porque tanto mamá como papá se habían ido más temprano, así que me tocó hacerlo sola. No me preocupaba, había sido igual cuando recién llegamos a New York y las primeras semanas eran las más intensas para ellos, sobre todo para papá ya que tenía que dejar toda la empresa en orden.
Julio me llevó al colegio y ahí me reuní con Jazmín para irnos al salón donde encontramos a Mar. Hoy nos informarían sobre los talleres del colegio.
—Y los talleres no están divididos por año, eh— dijo el profesor —Así que elijan, formen fila y anótense.
—Che, ¿cómo zafaste del kinder, eh?— Tefi le dijo a Mar, molestándola como siempre.
—¿Del que?— le preguntó Mar confundida.
—No, es una tarada— se metió Jazmín —Dejala.
Solté un suspiro —¿Cómo hacen para soportarla?
—La ignoramos— respondió Jazmín —Pobrecita, es una tarada y no le da para más.
Mar se rió —Es mi hermana, pero quiero matarla y no lo hago por Julia.
Vino entrar a Thiago con Jero, los dos se dirigieron hacia un chico —¿Qué hacés, luquita?
—¿Cómo qué hago? Quiero jugar al fútbol.
—¿Qué fútbol?— se burló Thiago del chico nuevo y yo me pregunté quién será porque no lo había visto antes por aquí —En todo caso rugby. Igual te tiro la posta; comedia musical.
—Sí, comedia musical— concordó Jero.
—Se anotan todas las minitas— añadió Thiago, reí.
Los chicos se rieron y se fueron. Jero, antes de irse me saludó con un "Hola, bombón" causándome un poco de risa porque parecía ser mi nuevo apodo. Y no sabía si gustarme o no.
—No pueden ser tan babosos— dijo Jazmín riendo de los chicos —¿Escucharon eso?— al ver que Mar estaba ignorándola, la llamó —Ey, Ey.
Me giré a ver a Mar —¿Mar?
Jazmín hizo movimientos con su mano para que se seque la baba porque Mar estaba distraída mirando a Simón. Comencé a reír.
La castaña la miró confundida —¿Qué tengo?— ella se dio cuenta y se rió negándolo —¿Yo babosa? No, chicas, nada que ver.
—¿Segura?— presioné, burlona —Porque parece un poco que sí.
Mar lo volvió a negar mientras Jazmín y yo reíamos de ella. Finalmente terminé inscribiéndome en más de un taller con las chicas, además de los talleres de el Hogar Mágico al que estaba ansiosa por ir.
