Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél momento. ¿Qué misterios le depara la vida?
[Simón Arrechavaleta x OC!]
Basado en la segunda temporada de Casi Ángeles.
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Después del colegio fui a casa para almorzar junto a Marta. Aproveché en cambiarme y luego me fui a la casa de las chicas porque estaba aburrida y ellas me habían llamado.
Cuando llegué ellas estaban en el baño limpiando y yo me senté a mirarlas mientras platicábamos. Mar traía una cara larga al igual que Vale, Jaz y Caridad.
—Me bardea— Valeria habló, de pronto —Me habla mal. No, ni me habla.
—¿Pero que el preso?— preguntó Caridad.
—No, por lo menos el preso me daba bola. Este me harta— se quejó, colocando la escoba a un lado.
—Bueno, debe ser una epidemia— Jazmín comentó —Tacho también es así como rayado, a mí no me va eso de estar un día bien y cuatro mal.
Me reí.
—Habrá pulgones porque a mí, Nachito, desde que me blanqueó ni me mira.
—Debe estar full con lo de la banda, Cari— opiné y trate de sonreírle.
—No, dice que llegaron unas tías de España que no sé, va a estar ocupado por eso.
Me reí —Bueno, por eso.
—Vení, vení, vení, jugate ya me dice Thiago, chicas. Jugate conmigo, vení, vení, jugate ya me dice— nos dijo Mar, con la mirada perdida.
—¡Y jugate!— exclamamos todas.
Pero entonces pensé en Sebastián. Él era bueno, no se merecía que jugaran con él.
—No, chicas, yo estoy con Sebastián— Mar dijo con una Caridad —Y estoy muy bien con él.
Jaz se rió —Bueno, contáselo a tu cara porque no se enteró me parece.
Un silencio se formó.
—Yo debería engancharme con el Ángel Rojo— Jaz, de pronto, comentó.
—Cesar le daba por choreo al tronco. Por lo menos, se la juega viste.
—Ay, me dice jugate jugate jugate jugate— Mar dijo una vez más.
—¡Jugate ya!— exclamaron las chicas.
Me eché a reír, contagiando a las chicas. Lo de Mar con Thiago era... especial, sí. Siempre habría algo y todas lo sabíamos, pero no podía evitar pensar más en Sebastián porque sabía que él amaba a Mar y no quería verlo con el corazón roto. Lo mejor que Mar podía hacer era pensar bien las cosas para no hacer daño a nadie. Thiago puede que sea mi hermano, y yo lo quiero muchísimo, pero no dejaré que le haga daño a Sebastián.
Estuve más tiempo con las chicas. Les platiqué que había pasado con el papá de Simón, sin contarles a ninguna lo que él me había revelado porque no era mi historia, era de Simón. Y hablando de él, vino al hogar con Sebastián y entramos al aula para poder hablar con más privacidad. Me contó más sobre las cosas que había pasado, sobre todo de su hermano.
