HOY: HAY UN LUGAR

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Tal y como se lo había prometido a Sebastián, pedí permiso a mis padres y partí hacia el club

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Tal y como se lo había prometido a Sebastián, pedí permiso a mis padres y partí hacia el club. Cuando llegué, observé que no estaban solos porque Nacho, Jero y Thiago se encontraban con ellos jugando en una de las canchas. A lo lejos vi a Tefi y Melody con una chica que no conocía animando a los chicos, no pude evitar soltar un suspiro.

Estaba caminando para acercarme más, cuando un par de silbidos llamó mi atención. Me giré y realicé que se trataba de Jero.

—Ah, bueno— Nacho fue el primero en hablar.

—¿Ah bueno qué, tonto? Sacá— le respondió Jero.

Nacho lo miró confundido —Ah, bueno eso, naipe. Ey, gurisa— miré hacia donde señalaba y vi que se trataba de Caridad —Fijate que el tambo queda por allá derechito, eh.

Cari caminó hacia Tefi y Melody, sin percatarse en mí, y escuché como la saludaban. ¿Enserio habían invitado a Caridad? Solo esperaba que no la traten mal porque no se lo merecía.

Jero lo ignoró —Che, bombón— me llamó —¿Venís también a vernos jugar? Podés colocarte en el lado con las porristas.

—Ah, bueno, mirá lo que es— comentó Nacho, tono casi susurrando, pero aún así lo pude escuchar.

Sebastián le dio un golpe en la cabeza y se acercó a mi, sonriendo. Nacho lo miró mal y yo me reí.

—Hola chicos— saludé, miré a Sebastián —Hey, no sabía que era juego de chicos, no quiero estorbar o estar aquí para animarlos como las de allá.

—No estorbás— respondió Thiago.

Los demás chicos se acercaron.

—¿Venís a jugar con las chicas?— preguntó Thiago.

—Eh... no— confesé —Vengo a retarlos.

Todos soltaron unas carcajadas, yo los miré con los brazos cruzados y mirada seria haciendo que paren de inmediato.

—¿Qué? ¿Tienen miedo?

—¿Miedo? Para nada, bombón— respondió Nacho.

Simón se me acercó con sonrisa retadora —Yo soy tenista, así que no creo que me puedas ganarme a mí.

Me encogí de hombros —Entonces no les molesta que juguemos, ¿no? A ver si con un tenista— dije, con tono burlón —Me pueden ganar. Prometo ser suave, o por lo menos prometo intentarlo.

—Dale entonces, bombón— respondió Jero —Vení para demostrarte como se juega aquí.

—Paren un poco, che— intercedió Thiago, riendo y se acercó más —¿Listos para jugar?

—Obvio que sí, loser— respondió Jero.

Entonces comenzó el juego. Propuse jugar uno por uno y ellos aceptaron no creyendo que podía ganar. La cosa se puso seria cuando vieron que les ganaba bastante rápido y no pude evitar poner una cara de victoria cuando termine mi partido con Simón, que había sido el último de todos.

Midnights ✨ || Casi ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora