Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél momento. ¿Qué misterios le depara la vida?
[Simón Arrechavaleta x OC!]
Basado en la segunda temporada de Casi Ángeles.
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Mañana de colegio, misma rutina de siempre. Tuve que levantarme más temprano porque me quedaba una tarea pendiente por hacer. Marta fue tan linda de llevarme el desayuno a mi habitación y tuve que alistarme rápido para no llegar tarde al colegio. Me alisté una mochila aparte para cambiarme de ropa, ya que tenía taller en el Hogar Mágico.
—Marta— llamé —¿Ya se fueron mis papás?
Ella asintió —Sí, acaban de irse hace menos de diez minutos. Iban tarde, y si no te apurás, vos también vas a llegar tarde.
—Lo sé, lo sé— me quejé —No creo que venga para almorzar, tengo taller en la tarde.
—Está bien, ve con cuidado.
Le di un beso en la mejilla y saludé a Julio al salir y verlo esperándome. A medio camino, algo pasó con el auto que lo hizo detenerse.
—Es que la suerte que tengo yo— murmuré, viendo el rejo en mi muñeca —¿Qué pasó?
Julio negó —No sé, no parece querer andar. Tendré que llamar para que vengan por él.
—Genial— refunfuñé, volví a mirar mi reloj —Pues, ni modo, me tocará hacer ejercicio.
—¿Qué?
Me bajé del auto, soltando un suspiro —Si espero a que vengan por él, voy a llegar tarde, así que tendré que correr.
—No, no podés— me paró —Déjame que llamo a un taxi para que te lleve, ¿de acuerdo?
—Bien, bien.
El taxi pasó quince minutos después, quince. Como era de esperarse, llegué tarde al colegio. Mi asiento usual junto a Jazmín había sido ocupado y el único libre estaba junto a un chico que no conocía.
Entonces recordé algo, había dejado mi mochila en el taxi, y ahí estaba mi ropa para el taller.
—Mierda— murmuré, dejando caer la cabeza sobre mis brazos.
—¿Todo bien?— escuché preguntar.
Levanté la cabeza y me giré para ver al dueño de la voz. Le sonreí, era muy lindo.
—No, todo mal— respondí.
—¿Y te puedo preguntar el motivo?
Me giré a mirarlo —Hoy la mala suerte me sigue.
—¿Debería cambiarme de sitio? No quiero que me pegues la mala suerte— bromeó.
