Aterrizar en la pista privada que hay en Calabria hace todo mucho más real de lo que había pensado hasta el momento.
Llevaba tiempo sin pisar la ciudad que me crio y claramente no esperaba volver en mitad de una guerra.
Una guerra la cual la única que puede acabarla, sea yo.
Una chica que no quiere esta vida ni en sueños, alguien que se alejo de esta ciudad por no ocupar el trono de la peor mafia que hay en el mundo.
Una persona que odia estar implicada en estos asuntos, alguien que tiene una vida fuera de esto, pero aún así está aquí poe su propia voluntad sabiendo el dolor que le espera en este lugar.
Apoyándome en la ventana del jet privado que me ha traído hasta aquí, suspiro y cierro los ojos por unos instantes.
Porque en verdad se el motivo que me ha traído otra vez a mis raíces, por el cual estoy sentada en este asiento esperando pacientemente el destino que me espera.
Todo se resume en algo muy significativo para mi.
Lealtad.
Muchos creen que eso es una tontería, pero para mi eso rige mi vida, no iba a incumplir uno de los juramentos que hice hace mucho años.
"Protegeré a los míos hasta el día de mi muerte"
Y por eso estoy aquí, para sacrificarme una vez mas por los mios.
Dejando mi vida atrás, totalmente construida por mi, una carrera a punto de terminar, mi paz mental, mis días estudiando tranquilamente como una persona totalmente normal, mis empresas construidas baja el sudor de mis manos y mi inteligencia, absolutamente todo.
No me arrepiento en estos momentos de haberlo dejado todo atrás, ni tengo miedo, solo tengo incertidumbre de saber que ocurrirá de aquí en adelante en mi vida.
Todo es demasiado borroso y confuso.
Me levanto al final al ver que las puertas del avión se abren lentamente, dejándome ver la noche detrás de ellas, la seguridad que estaba sentada en los asientos de atrás se levanta mecánicamente, antes de ponerse a ambos lados de la puerta.
Odio que me sigan y que vigilen todos mis movimientos, pero no puedo ser descuidada en estos instantes, el está en las sombras esperándome para poder poner las garras de nuevo en mi.
Por eso debo ser más inteligente, cuidar mi seguridad y controlar cada aspecto de mi vida de aquí en adelante.
Me pongo mi sudadera lentamente sin mucha elegancia, igual que me hago un moño en mi pelo, mientras que aparto los mechones que se sueltan y caen por mi cara totalmente palida ante mis ojos.
Una maraña de color castaño, unos ojos verdes cansados y totalmente inundados de dolor por los recuerdos que acechan en el fondo de mi mente es lo único que contemplo en el espejo que hay enfrente mía, dándome una visión mía demasiado letal para mí mente.
No soy la chica que tanto me gustaba, solo soy un lienzo que vuelve a estar oscuro, a cada minuto que pasa la luz se va reduciendo considerablemente.
Ya no tengo su luz iluminadome, ese foco continuo que hacia que yo brillará junto a él.
Alejo esos pensamientos de mi mente, ya que mi corazón sabe que el está esperándome y cuando vuelva el volvera a sacar a esa chica que tanto me gusta de mí.
Me levanto tranquilamente mientras que camino hacia las escaleras que me harán pisar la tierra que tanto me ha dado pero que también me ha quitado muchas cosas.
La noche hace aún más bonitas las vistas que tengo a mi alrededor cuando me detengo en el primer escalón, pero eso no quita que en el aire se note algo diferente.
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El sacrificio de la reina (+21)
Teen FictionUna chica que luchó tanto para desvincularse de la mafia, que solo ansiaba la paz de las pequeñas cosas de la vida.. Quién le diría a ella que se sacrificaría por las personas que más amaba, que dejaría absolutamente todo para adentrarse en las fila...