Mi mirada va hacia la persona que entra con los otros tres personajes al restaurante, su paso es seguro y parece nervioso por unos instantes hasta que su mirada me encuentra, y observa como me vuelvo a acercarme a la barra.
Me fijo en la chica que sigue como si nada, no se ha dado cuenta del rojo que ha sufrido, algo extraño en esta época ya que siempre están pegadas al móvil.
Pero aún así me ha servido de mucho sin saberlo, por eso camino otra vez hacia ella sabiendo que le debo devolver su móvil.
Me serviría en otra ocasión, pero no voy a ser así, le voy a devolver algo que es suyo, y no debería haber cogido.
Marcell se acerca a mí rápidamente cuando ve que no le prestó atención, mis ojos ven por un momento como evalúa mi aspecto y me mira con una cara de preocupación que se nota desde que ha entrado por la puerta.
—Has tardado demasiado —dice mientras que me evalúa otra vez mi estado cuando llega a estar a unos pasos de mi, al ver que estoy bien suspira mientras que se pasa una de sus manos por la cara.
No se qué esperaba que pasara, no voy a huir por ahora, no es el momento además cuando lo haga nadie me parara, ni el ni el psicópata que ha destrozado toda mi felicidad.
—He tenido náuseas por eso he tardado más de lo normal —le digo mientras que apoyo uno de mis brazos en la barra, el otro lo pongo rodeando mi cintura, tocando por encima de la camiseta el móvil, al igual que imitando cansancio y dolor en mi estómago.
—¿Estas mejor?—me dice mirando mi brazo y atento a cualquier movimiento que hago, pero aún así no avanza más hacia mi solo se queda alerta por si debe reaccionar rápido.
—Lo estare—le digo mientras que mi mirada se enfoca en los tres guardaespaldas que están a unos metros de el, me miran fijamente con sus caras totalmente frías y sin sentimientos, lo cual hace que por un segundo evalúe mi próximo movimiento.
Miro a Marcell de nuevo quitando mi mirada de ella y le sonrió dulcemente mientras que señalo al camarero.
—Pagale la botella de agua que he pedido, nos vamos estoy cansada—le digo viendo como tarda un poco en captar mí palabras, pero aún así lo veo sacar su cartera y desviar su atención un momento hacia el camarero.
En ese preciso momento, veo que el bolso de la chica sigue abierto, me acerco un poco mas a ella, mientras que miro de reojo a los otros hombres.
Marcell le paga al camarero, mientras que yo dejo caer el móvil sin cuidado dentro del bolso, un movimiento rápido que nadie capta y para disimular me resbalo un poco como si me hubiera mareado captando la atención absoluta de Marcell que me coge y me apega a él para evitar que me caiga al suelo.
Los demás guardaespaldas se acercan, al igual que las chicas me miran mientras que todas se tiran hacia mi para protegerme de un peligro que no hay.
Todos parecen preocupados, al igual que yo pienso que al final si voy a ser buena actriz.
Mis ojos están entreabiertos, mientras que veo como Marcell me echa agua por la cara, de manera suave pero son detenerse mientras que maldice en ruso, algo que por un segundo me sorprende.
Mi mente se vuelve a centrar cuando escucho que da órdenes en griego, mientras que sus ojos se notan asustados por primera vez desde que lo conozco.
—Dios mío, estás palida —dice en susurró haciendo que me espabile un poco ante esas palabras, me he sentido mal todo el tiempo pero no puede estar pálida por fingir un mareo, y menos de un momento a otro.
Despejó mi mente, al igual que cojo fuerza y me separo de sus brazos lentamente, mientras que me apoyo totalmente en la barra, apoyando totalmente mi peso en ella.
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El sacrificio de la reina (+21)
Teen FictionUna chica que luchó tanto para desvincularse de la mafia, que solo ansiaba la paz de las pequeñas cosas de la vida.. Quién le diría a ella que se sacrificaría por las personas que más amaba, que dejaría absolutamente todo para adentrarse en las fila...