Observo cada cosa mínima al detalle, al igual que pasó mis dedos por la madera, observando más de cerca la decoración extravagante que hay ya puesta.
Dos días faltan.
Pero parece que faltarán unas horas, siento que el tiempo pasa demasiado rápido en estos preciosos instantes y eso me lleva a un estado de ansiedad aún más alto.
—Señorita¿Desea cambiar algo más de la decoración?—habla la organizadora de la boda de nuevo mientras que camina detrás mía, atenta a cualquier cosa que diga o desde cambiar.
Después de llevar más de una hora recorriendo todo este lugar, cambiando cosas que no van conmigo para seguir con el cuento perfecto que he creado, es hora de admitir que no hay nada extraño en todo el lugar.
No le contesto al momento, en cambio camino hacia uno de los balcones que tiene el gran salón donde se supone que se va a celebrar la ceremonia, aunque intentaré no pisarlo cuando salga de aquí hoy.
Cruzo el arco de la ventana, el cual es de un estilo que no puedo reconocer pero que le da más elegancia al lugar, entro en el pequeño espacio que deja el balcón que hay, me apoyo en el mirando hacia el frente.
Mis ojos ven toda la extensión de la villa desde esta posición, no hay ninguna casa alrededor, igual que el paisaje que contemplan mis ojos está rodeado de viñedos.
Un lugar demasiado bonito, la mansión de estilo victoriano en el que hace aún más de ensueño este entorno, igual que la naturaleza y los viñedos hacen ver este lugar un destino maravilloso para descansar.
Sonrió tristemente al llevar a mi mente uno de los sueños que siempre han estado en el fondo de mi mente, el vivir en un lugar como este alejada de toda la civilización.
En los últimos meses ese sueño lo compartía con el, no me veia en otro lugar que no fuera así para tener un futuro a su lado.
Cómo cambia la vida, ahora ese sueño sigue estando pero lo tendré que realizar sola, si en algún momento sobrevivo a lo que la vida me tiene preparado.
—Todo está perfecto, ya te puedes retirar—le ordeno en voz baja mientras que sigo mirando el horizonte sin darle ni una mirada a ella.
Escucho una respuesta suya antes de sus pasos se escuchen lejos mia, dejándome prácticamente sola.
Me paso la mano por la cara, intentando quitarme el cansancio, al igual que la llevo hasta el cuello, acariciando mi piel y logrando destensar mis músculos de toda la tensión que hay en mi.
Todo está planeado al milímetro tanto por su parte como por la mía, pero eso no quiere decir que todo vaya a ir como quiero.
Hay cosas que todavía no logro entender, el porque este lugar en concreto, tengo noción que este tipo de celebraciones en la mafia necesitan privacidad, pero no creo que requieran tanta, estamos en mitad de la nada.
—¿Los invitados de la ceremonia saben la ubicación?—hablo mientras que me alejo del balcón una vez que le dado una última mirada al paisaje, antes de volverme hacia el.
Se encuentra de pie enfrente mía, igual que las otras ocho personas que rodean toda la estancia, ubicados a tan solo unos metros de mi.
—Seran guiados una vez que la ceremonia religiosa se haya realizado, actualmente solamente personas exactas saben la ubicación señorita—habla mientras que mira hacia el suelo con total respeto.
No digo absolutamente nada, solamente asiento lentamente con la cabeza aunque él no me mire mientras que empiezo a caminar hacia el exterior con todo el mundo a mis espaldas.
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El sacrificio de la reina (+21)
Teen FictionUna chica que luchó tanto para desvincularse de la mafia, que solo ansiaba la paz de las pequeñas cosas de la vida.. Quién le diría a ella que se sacrificaría por las personas que más amaba, que dejaría absolutamente todo para adentrarse en las fila...