Todos escuchábamos silenciosamente cada palabra que es emitida dentro de la sala de reuniones, ha pasado la mayor parte del día, está a punto de oscurecer en el exterior.
He pasado todo el día estudiando cada cosa nueva referente a la persona que ha jodido mi vida durante mucho tiempo, cualquier mínimo dato aus se le hayan podido escapar a los hombres que estan a mi lado, absorbiendo cada milímetro de la ls organización a la que nos vamos a enfrentar, porque de la persona que la dirige lo se absolutamente todo, por desgracia.
Suspiro levemente mientras que cierro un segundo los ojos, apenas he salido del despacho de mi padre, incluso me han traído la comida y ambos se han quedado esperando, hasta que he probado algo, aunque solo haya sido una mínima porción.
Mis ganas de comer se han ido totalmente, pero se que debo nutrirme, por eso he echo el esfuerzo de comer, aunque luego lo he vomitado todo al minuto siguiente, mi cuerpo no ha retenido absolutamente nada.
Por eso me encuentro en un estado de cansancio total, mucho más del que llevo acarreando los últimos días, abro lentamente los ojos encontrándome con la mirada de mi hermano analizandome totalmente serio y preocupado porque no he accedido ir a la clínica donde me deben tratar.
Pero ahora no es el momento, iré en otra ocasión antes de volver con el, de mientras me enfrentare a otras de las realidades que hay en mi vida, más inmediatas y que requieren mi absoluta atención.
Dirigo mi mirada a la gran pantalla de la sala de reuniones, se encuentra el en primera plana, haciendo que por unos instantes me tensen, al volver a contemplar sus rasgos.
Kalid Georgiou, el segundo al mando de la mafia griega, el dueño de mi infierno personal, la persona que lleva obsesionada conmigo años y su unico objetivo es tener bajo sus garras.
—Ha atacado en las últimas semanas a los clubs de las afueras, ha explotado tres de ellos causando varias masacres—empieza a hablar Anne, trayéndome de vuelta a la conversación, mientras que va pasando fotos de todos los muertos y los clubs como han quedado después de su paso.
Totalmente destruidos, solo quedan apenas los cimientos de varios de ellos, es una muestra de lo que quiere hacer con todo si yo no vuelvo a su lado, destruir cada cosa que le importa a mí familia, hasta que quede yo nada más, algo que se le da muy bien y que no es la primera vez que contemplo.
—Maldito hijo de la gran puta —habla Beatrice mientras que se quita su esmalte de uñas sin dejar de mirar las fotos, en ella se nuestra la impaciencia y el nerviosismo.
Yo en cambio solo me relajo en la silla mientras que observo como mi padre, me mira esperando que tenga una crisis al verlo en una foto o tenga cualquier reacción al ver la destrucción que hay debido al protagonista de mis pesadillas.
Pero controlo demasiado bien mis emociones por ahora, pongo mi mente otra vez de manera activa y calculadora para no perder ningún detalle, siendo así alejo las emociones de mi por unos momentos.
—En total más de diez mil hombres han muerto, se ha perdido un 10% de las ganancias de los clubs y lo más relevante es que ha llamado la atención otra vez de los federales, la comisión antidroga de este pais además de otros países aliados—termina de hablar mientras que apaga la pantalla, cubriendo la sala de oscuridad hasta que enciende las luces de todo el lugar.
Todos se quedan callados, mientras que yo miro a mí hermano con suma atención, porque ahora entiendo mejor sus palabras.
No sólo tenemos que parar una guerra, sino que debemos escapar de la policía, encubrir cada paso que demos para no darle mas pruebas de las que tienen, intentar alejarnos del foco mediático.
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El sacrificio de la reina (+21)
Teen FictionUna chica que luchó tanto para desvincularse de la mafia, que solo ansiaba la paz de las pequeñas cosas de la vida.. Quién le diría a ella que se sacrificaría por las personas que más amaba, que dejaría absolutamente todo para adentrarse en las fila...