Ambos entramos cogidos de la mano, aunque odio que toque mi piel como de costumbre, pero aún así me mantengo firme ante todos, mostrando la comodidad que ahora mismo no hay en mi.
Mis ojos visualizan como la primera vez todo el lugar, no ha cambiado mucho, pero si he notado que hay el triple de seguridad en todo el entorno más cercano,al igual que todos sus hombres se encuentran por alguna razón más tensos que la última vez.
El camina directamente hacia el sillón que puso exclusivamente para mi en su base central, se sienta con elegancia mientras que a mí me hace sentarme a su lado antes de que el empieza a dar órdenes en griego.
Lo observo por unos segundos antes de respirar calmadamente, mientras que sigo observando cada detalle minúsculo de este lugar.
Hace un par de horas, hemos salido de la mansión, después de la conversación que me ha aclarado todo en mi cabeza, según él debía supervisar un cargamento personalmente ya que según los acontecimientos pasados anteriormente, no está seguro del todo y prefiere estar el aquí.
No me he creído ni la primera palabra que ha salido de su boca, captó las mentiras enseguida, siempre las he odiado con toda mi alma, por eso se cuando alguien miente, se le nota en los ojos aunque el se ha esmera mucho para ser el mejor mentiroso.
Lo ha estado haciendo como la mayoría del tiempo pero no he objetado nada, me he callado y me he parado a obsérvalo, a intentar descifrar su mente de una vez por todas, aunque por ahora me está resultando complicado.
Mis ojos captan como todos los hombres se mueven, mientras me acomodo en el sofá, sintiéndome un poco mejor que esta mañana en comparación con los anteriores días.
El descansar y las pastillas me han echo demasiado bien, me estoy recuperando rápido, es algo que agradezco en esto momentos en los que una guerra está a punto de explotar, la cual va a sacudir parte del mundo y en la cual yo no puedo caer.
Mis ojos se dirigen a la parte de arriba por unos segundos, lo hago discretamente mientras que el está entretenido, mi mirada va hacia su zona de control, suspiro al no tener ni idea como entrar allí.
Ese era mi principal objetivo desde que entre aquí, ir y borrar los códigos que tienen información sobre mi y los mios, alho que nos beneficiaria en este momento mucho más que anteriormente.
Pero todo lo que ha pasado ha echo que mis objetivos ahora sean distintos, aunque los borre se que deberé seguir a su lado, es la única manera para poder acabar con este infierno de raíz.
Me paso la mano por la cara mientras que intento apagar unos momentos mi mente, estos días apenas a parado, sigue dándole vueltas a todo una y otra vez.
Eso en parte me ha servido para no pensar en esa persona, poder centrarme en otras cosas que ahora mismo son más importantes.
Pero estar asi constantemente me agota, temo que en algún momento exploté y me vuelvas más loca de lo que estoy y todo lo avanzando hasta ahora se vaya a la mierda por mi culpa.
Veo como el se acerca otra vez a mí, después de que hace unos minutos se haya levantado dejándome sola en el sofá, viene sonriente como siempre y con esa seguridad que tanto odio, como si fuera el rey del mundo y tuviera a todos a sus pies.
Y solamente es un peón más en el juego de otra persona, que no se ha dado cuenta de nada por su obsesión hacia mi.
—Belleza¿Quieres acompañarme?—dice mientras que se sienta a mí lado y me atrae hacia el con brusquedad aunque intento no gemir de dolor mientras que noto como pone su mano en mi muslo, y empieza a subirla y a bajarla lentamente.
ESTÁS LEYENDO
El sacrificio de la reina (+21)
Novela JuvenilUna chica que luchó tanto para desvincularse de la mafia, que solo ansiaba la paz de las pequeñas cosas de la vida.. Quién le diría a ella que se sacrificaría por las personas que más amaba, que dejaría absolutamente todo para adentrarse en las fila...