Capitulo 97

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Siento una mano tocar mi pelo suavemente, al igual que susurros lejanos se hacen más claros a mí alrededor, puedo escuchar una voz que me arropa y que me hace salir de la tranquilidad en la que estaba sumergida.

—Porfavor, reacciona—dice esa voz mientras que no para de acariciarme, haciendo que me remueva y mis manos empiezan a moverse sobre una superficie que todavía no puedo distinguir—eso es pequeña, vuelve a mí—habla otra vez esa voz haciendo que poco a poco vaya sintiendo más el entorno que me rodea.

Siento el frío calar mis huesos, al igual que mis manos sienten al final que tocan tierra mojada, mis oídos captan uno sonido particular, que después de varios minutos se hace más claro, siento la lluvia chocar contra algo constantemente.

Mi corazón va muy rápido de un momento a otro,  y mis manos empiezan a temblar sobre la arena, no logro reconocer nada y eso me pone a un más nerviosa.

Intento llevar a mi mente algún recuerdo de lo que ha pasado anteriormente pero parece que todo está bloqueado, solamente puedo deducir que he dejado que mi mente tome el control una vez mas.

Mis ojos se van abriendo lentamente, consiguiendo que por momentos mi mirada se vea borrosa, pero aún así intento enfocarla en algo.

Lo primero que veo es a el, es entonces cuando de golpe empiezan a llegar todo los recuerdos, haciendo que mis manos tiemblen aún más sin dejar de mirarlo.

El no habla solamente se mantiene en mi campo de visión, mientras que no deja de acariciarme el pelo.

Mis ojos se desvían por un momento de él queriendo saber que ha pasado, en que situación me encuentro, que ha ocurrido en todo este tiempo en el que he estado totalmente en la oscuridad.

Me alejo un poco de su toque, apoyándome sobre el suelo aunque sin éxito, pero el entiende a la perfección lo que necesito y se aparta por completo de mi, dejándome mi espacio.

Al fin puedo observar el entorno que me rodea, todo es oscuro solo se ve algo de luz gracias a una pequeña linterna que el lleva en su mano.

Parece que estamos en una cueva, contemplo que el sitio es pequeño, notando que el estaba prácticamente encima de mi por eso, aunque ahora mismo intenta darme mas espacio, aunque es prácticamente imposible.

Su espalda esta apoyada en la roca que nos cubre, al igual que sus rodillas chocan con las mías, además de que su mirada esta en mi en todo momento, no deja de observarme.

Me incorporo un poco dándome cuenta de que estaba practicamente tumbada en su mochila, también observo como el tiene su arco cerca de el y varias pistolas entre ambos cuerpos.

Mi mirada busca algo de claridad, pero no hay ninguna, solo puedo ver por las rendijas que hay en este lugar, dándome cuenta de que la noche nos cubre.

No se en que momento se me ha ocurrido dejar que mis demonios tomen el control, no tengo la noción de lo que ha pasado en todo este tiempo, solo se que han pasado muchas horas.

Mi mente es llevada al momento en que contactemos con mi padre, el saber que cada hora debíamos reportarnos, dándome cuenta de que ellos pueden estar aqui en estos momentos, y yo estaba totalmente desmayada.

Paso mi mano por mi cara alejándola de la tierra, mientras que me concentro en la lluvia caer por unos segundos antes de empezar a hablar.

—¿Que ha pasado?—le pregunto a la persona que no deja de mirarme mientras que me voy dando cuenta de las detalles, como que su ropa está mojada, igual que su pelo, las gotas que caen de él resbalan por su cara y se paran en su barba.

El no contesta al momento, simplemente veo culpa en sus ojos y nerviosismo al observarme.

Se aclara la garganta mientras que mira por lo que parece ser el lugar por donde hemos entrado, el cual está cubierto por una gran roca, mal colocada pero que parece que nos oculta aún más del exterior.

El sacrificio de la reina (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora