Dejo que corra el agua por mi cuerpo mientras que apoyo mi frente sobre los azulejos de la ducha, ocasionando que suspire por unos momentos.
Agua casi hirviendo cae por mi cuerpo y aún así como siempre no me siento totalmente limpia.
Abro lentamente los ojos antes de passrme las manos por pelo echándolo hacia atras, dejando que el agua caiga sobre mi cuello y mi pecho con mucha más intensidad y sobre todo de forma directa.
Sus labios han echo marcas en todo la zona, quisiera arrancarme la piel en estos momentos, borrar sus huellas, pero en cambio sólo puedo dejar que el agua corra sobre mi cuerpo en un intento vano para borrar la sensación de suciedad y asco que me invade siempre que el me toca.
Cuando siento que es suficiente, ya que más tiempo podria provocar quemaduras severas en mi piel, salgo de la ducha cerrando el agua segundos después dejando en completo silencio nos estancia.
Camino por todo el baño viendo que por los ventanales sus ocupan toda la pared frontal asoma otra vez el amanecer, indicándome que he pasado toda la noche entre sus brazos.
Mi mente se ha mantenido absorta la mayoría del tiempo en esta ocasión, por eso no me he dado cuenta de las horas que han pasado hasta que el se ha despegado de mi.
Más de cinco puedo intuir en estos momentos, en las que he tenido dejar mi cuerpo a su disfrute, hasta que se a saciado y se ha quedado dormido satisfecho de haberme tenido otra vez como si fuera una muñeca.
Me apoyo sobre el lavabo mientras paso una mano por mi cara, intentando disipar el cansancio de una noche más sin dormir, del esfuerzo mental que he tenido que tener para soportarlo durante todas estas horas.
No me hace bien estar así en la situación en la que se encuentra mi salud, pero no puedo cambiarlo mucho, el trascurso de las cosas debe seguir por el camino que ha tomado.
Me seco con la toalla lentamente mientras que me veo en el espejo, las ojeras que hay en mi cara, al igual que mis labios partidos por su agresividad me dan una imagen siniestra de mi, la cual queda grabada en en el fondo de mi mente.
Yo antes no era esto, no sentía asco de mi misma a mirame al espejo, no había vuelto a querer destruir mi cuerpo hasta que llegue a estar a su lado.
Niego con la cabeza intentando que no pensar en estas cosas, debo centrarme en un nuevo día que me dará una nueva oportunidad de avanzar.
Con esa mentalidad me pongo un traje rojo con una blusa de seda negra de tirantes debajo de la chaqueta del traje, logrando que parte de las marcas queden ocultadas.
Peino mi pelo dejándolo algo ondulado pero sin ser excesivo, haciendo que caiga por un lado de mi pecho, ocasionando que mi apariencia se vea más exótica y sensual.
Y por primera en vez en mucho tiempo me pongo un labial rojo sobre mis labios, intentando disimular el desastre que son y logrando sentirme un poco más fuerte al ver mi apariencia.
Camino descalza hacia el exterior del baño, intentado no hacer ni un solo ruido al caminar.
Cuando abro la puerta, mi mirada va hacia la cama que está totalmente desordenada, donde el yace acostado en ella.
Esta boca abajo, dejando ver su espalda al descubierto, igual que prácticamente todo su cuerpo al estar desnudo, solamente cubierto parcialmente por una sábana de seda.
Trago saliva intentando contener las náuseas que me causa al ver su cuerpo, puede que para muchas otras sea maravilloso, pero a mí tan solo me dan ganas de vomitar.
Camino unos pasos hacia el vestidor viendo que sigue durmiendo algo que agradezco porque no tengo fuerzas para actuar a estas horas.
El reloj marca las seis de la mañana, demasiado temprano, pero me espera un día intenso, quiero lograr muchas cosas en poco tiempo, y el tiempo como siempre corre en mi contra por lo cual debo seguir moviéndome.
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El sacrificio de la reina (+21)
Teen FictionUna chica que luchó tanto para desvincularse de la mafia, que solo ansiaba la paz de las pequeñas cosas de la vida.. Quién le diría a ella que se sacrificaría por las personas que más amaba, que dejaría absolutamente todo para adentrarse en las fila...