Mi mente parece no querer descansar ni un solo momento, reproduce cada recuerdo una y otra vez constantemente
Mi mirada va hacia el mar de nuevo, está en total calma, apenas hay oleaje mientras la noche vuelve a aparecer una vez mas.
Muevo un poco el cuello para apoyarlo suavemente sobre la almohada mientras que contemplo como aparecen la oscuridad de la noche tiñendo el cielo de pequeñas estrellas que brillan con intensidad reflejándose en el agua.
Mi mirada se concentra en eso durante unos minutos consiguiendo calmar el flujo de pensamientos tan solo unos segundos.
Han pasado tres días desde que todo en mi mente volvió a ser un caos, dejando la paz a un lado, borrándose por completo de mi vida.
Todo lo que había olvidado volvió como un huracán a mí, destrozando aún más mi ser de lo que estaba anteriormente.
Todavía no he asimilando que viviera después de lo mal que estaba y que ahora mismo pueda estar contemplando el cielo.
Mi mente no para de darle vueltas a todo, intento volver a meter constantemente los recuerdos en un rincón de mi mente, pero no me resulta tan fácil como lo hice en el pasado.
Por eso me he aislado completamente, intento calmar mis ansias de desaparecer, pongo todo de mi para seguir luchando y no prestarle atención a mis demonios, los cuales volvieron a despertar más fuertes que nunca.
Suspiro mientras que mi mente me lleva al instante en el que pensé que mi muerte ya era segura, en el momento en el que me rendi, pero ahora curiosamente intento sacar fuerzas para salir de este estado y intentar luchar otra vez.
Mi mirada se devia lentamente de los ventanales enfocándola en la persona que está a mi lado, totalmente quieta y con sus ojos puestos en mi, lleva así más de cinco horas y como de constumbre no se cansa y se mantiene exactamente igual que al principio.
Nikolai ladea la cabeza cuando ve que mi atención está puesta en el, pero no habla, deja que el silencio nos rodee mientras que ambos nos miramos.
No me ha dejado sola en ningún momento, igual que las otras dos personas que pasan por aquí durante todo el día más de mil veces, solamente para comprobar que sigo viva y estable, para poder seguir con su trabajo totalmente centrados viendo que sigo bien.
Puedo imaginar que están resolviendo el caos que mi rescate provocó, aunque ahora mismo no quiero saber nada, necesito volver a ser yo para volver a meterme a ese asunto.
Necesito un tiempo para mi.
Noto como otra vez se abre la puerta lentamente desviando por completo mi mirada, no ha pasado una hora desde que se abrió, por ella veo como aparece alguien, va vestido con un traje azul marino, la camisa que porta es totalmente negra al igual que no lleva corbata, su pelo canoso está perfectamente peinado hacia atrás, por último noto como detrás de él aparece una chica con una bandeja de comida que me hace desviar por completo mi atención.
Pasa por un lado de él, se acerca a mí rápidamente dejando la comida en la mesilla, me sonríe levemente mientras que se inclina hacia mi en una reverencia antes de marcharse por donde ha venido cerrando la puerta de manera suave.
No tengo ni idea de quién es, pero ha echo el mismo procedimiento estos días, sin hablar y simplemente sonriéndome amablemente.
Veo la comida por un momento, pasta con una ensalada, todo demasiado verde, lo cual no me llama la atención, lo único que me gusta es la pasta.
Pero parece que todos se empeñan en coma sano y equilibrado, aunque odie las verduras desde niña, siempre me las van a poner intentando convencerme que debería comerlas, aunque nunca lo he echo.
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El sacrificio de la reina (+21)
Teen FictionUna chica que luchó tanto para desvincularse de la mafia, que solo ansiaba la paz de las pequeñas cosas de la vida.. Quién le diría a ella que se sacrificaría por las personas que más amaba, que dejaría absolutamente todo para adentrarse en las fila...