Mis ojos no dejan de ver a mi alrededor, siento la arena en mis pies pero aún así todavía me rodean grandes árboles, mientras que a mis espaldas está el mar totalmente esplendoroso y bravo gracias a la gran tormenta que se acerca por el horizonte.
La lluvia vuelve a caer lentamente sobre mi, mis músculos se relajan al poder sentir el frío colarse en mi, haciéndome sentir viva y manteniéndome activa.
Mis ojos se mueven hacia un lateral, donde van apareciendo hombres totalmente armados, los cuales me cubren prácticamente entera aunque no sé acercan a mi.
Mi mano se aprieta sobre la pistola mientras que mi mirada va sutilmente hacia el, aunque no lo vea a simple vista, se que está atento a cualquiera de mis movimientos.
Esta protegiéndome como siempre.
Mi mirada vuelve al frente y solamente veo diez hombres, ni uno más logro contar, parece que se le han acabado y eso es algo que agradezco.
Respiro profundamente al saber que aunque sean pocos yo no podré con ellos en mi estado, pero aún así confío en que ellos llegarán antes de que sea demasiado tarde.
Las explosiones se siguen escuchando y según lo que hemos visto, intuimos que más de un setenta porciento de la isla está destruida y el otro tanto está siento invadida por todo el ejercicio que llevará el coronel a sus espaldas.
Nos quedan escasos minutos para caer, pero aún así me mantengo firme y sin moverme, creyendo que está vez el destino se podrá de mi parte.
Mis ojos al final lo enfocan, camina lentamente hacia mi con seguridad mientras que se pasa la mano por la barbilla, sus ojos observan todo a mi alrededor antes de pararse a escasos metros de sus hombres.
—¿Me esperabas querida mía?—habla después de unos minutos en silencio mientras que su mirada no deja de observarme detenidamente.
Mi agarre se hace aún más fuerte mientras que mi mirada se vuelve turbia al ver esa sonrisa maniática mientras que se acerca aún más a mí.
—Si te esperaba—le digo con una sonrisa haciendo que se borre la suya—queria tener el honor de matarte yo—hablo mientras que miro como sus ojos parecen oscurecerse más y se para a tan solo unos metros de mi.
—Puede que sea yo quien tenga el honor de matarte —habla volviendo a recuperar esa seguridad aunque sabe que todo se le ha complicado—¿Donde te has dejado al traidor?¿Se te ha perdido por el camino?—pregunta con gracia mientras que se mete las manos en los bolsillos y ríe observando a mí alrededor—solita estás y sola te vas a ir de este mundo, no creo que lleguen a salvarte, está vez no—habla con decisión mientras que su cabeza se inclina hacia abajo y se acerca aún mas—has perdido bellísima—habla a tan solo unos centímetros de mi boca.
Me aparto riéndome mientras que intento conservar la estabilidad que tenía, me echo hacia atrás viendo como sigue mis movimientos en todo momento.
—Si he perdido muchas cosas por tu culpa, pero sabes que—digo mientras que rio y mis ojos vuelan hacia sus hombres—está batalla estoy decidida a ganarla—hablo mientras que alzó mi pistola y noto como sus ojos miran de reojo los cuerpos que van cubriendo el suelo, uno detrás del otro consecutivamente.
Tan solo unos segundos han bastado para que el se haya quedado al fin sin nadie.
La mayoría han sido por disparos, pero solamente uno ha sido abatido con una flecha, algo que me hace sonreír levemente mientras que sujeto con fuerza la glock.
—Te prometí un día que ibas a morir bajo mis manos—digo mientras que mis ojos no se apartan de él y veo como por diferentes puntos aparecen personas que no esperaba ver en estos momentos, pero aun así están aqui—y yo cumplo cada una de mis promesas—dictamino mientras que veo como se empieza a reír haciendo parecer aún más psicópata mientras que abre los brazos y se gira viendo a todas esas personas que están aquí por mi.
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El sacrificio de la reina (+21)
Teen FictionUna chica que luchó tanto para desvincularse de la mafia, que solo ansiaba la paz de las pequeñas cosas de la vida.. Quién le diría a ella que se sacrificaría por las personas que más amaba, que dejaría absolutamente todo para adentrarse en las fila...