Las balas rozan el helicóptero, intenta derribarlo una y otra vez, pero seguimos en el aire atacando con todo lo que tenemos, sin tomarnos ningún respiro.
Doy gracias que tenemos armamento militar, y nos resulta más fácil ir acabando con todos los hombres del desgraciado.
Todo estaba pensando al milímetro, hemos tenido poco tiempo para planificar esto pero tengo certeza de que podremos alcanzar la victoria está noche.
—Daphne, cúbrete —habla con decisión Armand, empujándome suavemente con una mano hacia atrás mientras que el sigue al mando de la ametralladora, el helicóptero no para de sobrevolar la zona mientras que las balas no paran de ir y venir.
Me pegó más a un lateral al ver que por unos momentos me habia descuidado, y las balas casi pasaban rozándome el cuerpo intentándolo dar a mí hermano.
Agarro bien mi pistola, aunque no la utilizo y espero no hacerlo esta noche, pero aún así la tengo preparada para atacar cualquier momento.
No deberia estar en esta posición, debería haberme ido a la mansión, a descansar y no estar en mitad de una balacera cuando hace apenas nada está debatiendome entre la vida y la muerte, pero no podía dejar solo a mí hermano, nunca me lo hubiera perdonado.
Aunque por ahora tengamos la de ganar, es una misión precipitada y de gran envergadura, todo puede cambiar en un maldito segundo, y yo soy la que he planificado todo, así que debo estar aquí.
Respiro lentamente mientras que vuelvo a mirar por una ventanilla, viendo como la mitad de sus hombres ya están prácticamente en el suelo.
Pero todavía quedan un centenar disparandonos, al igual que observo como están empezando a lanzar granadas sin éxito, pero no están poniendo en una posición comprometida si seguimos atacando desde el cielo.
Cogo la radio que lleva Nikolai en una de sus manos, me estiro lo suficiente pero sin ocasionarme ningún daño, hasta llegar a ella y volver a mi lugar inmediatamente sin que ninguna bala impacte en mi.
—Distraerlos—hablo con seguridad, antes de dejar la radio a un lado, pienso rápidamente la siguiente parte del plan una vez mas antes de coger los dos chalecos antibalas que han estado en todo momento en el suelo del helicóptero.
Me quito la chaqueta militar y me empiezo a poner el chaleco con dolor al tener que hacerlo rápidamente y sin controlar mis movimientos, mis músculos se tensan y una punzada de dolor me atravesar en el abdomen que me hace apretar los dientes.
—Cuidado—habla Armand mientras que deja de disparar y acude a mí para asegurarse de que estoy totalmente bien, sus ojos escanean mi cuerpo antes de subirme un poco la camiseta en la zona del abdomen, viendo como las vendas siguen limpias, no hay ningún rastro de sangre—todavia tenemos tiempo, respira enana—habla mientras que suspira al ver que sigo bien, sus manos acomodan otra vez mi camiseta antes de abrocharme bien el chaleco.
Asiento lentamente mientras que respiro profundamente, mis ojos observan como el se pone el suyo, antes de enganchar a una hebilla que llevala, la pantalla donde controla toda la logística de este sitio, al igual que nuestro próximo movimiento.
Mi atención se desvía cuando empiezan a cubrirnos varios helicópteros, mis ojos van hacia Nikolai seguidamente, el cual da la orden de ir hacia una área despejada del lugar, ya debemos aterrizar.
Varios de los nuestros se quedan formando el caos desde el cielo, mientras que nosotros nos desviamos saliendo del caos, hasta que alcanzamos tierra en pocos minutos.
Armand coge sus cosas, igual que coge mi mano para ayudarme a bajar, lo hace con lentitud aunque pronto tendremos rodeándonos miles de hombres, el siempre se va a preocupar por mi, va a protegerme con su vida si es necesario.
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El sacrificio de la reina (+21)
Teen FictionUna chica que luchó tanto para desvincularse de la mafia, que solo ansiaba la paz de las pequeñas cosas de la vida.. Quién le diría a ella que se sacrificaría por las personas que más amaba, que dejaría absolutamente todo para adentrarse en las fila...