Echo mi cabeza hacia atrás con los ojos cerrados, pero con mis sentidos totalmente activos, sin alejarme ni un solo momento del presente.
Escuchando como Armand maldice en varios idiomas distintos al no poder encontrar el fallo que ha habido para que hayan matado a Beatrice.
La persona la cual todos le teníamos cariño, la cual me ha ayudado en un momento difícil, la cual después han torturado y matado.
—Es que es imposible que hayan logrado encontrar su ubicación y burlar la seguridad—dice en voz baja, llenando todo el espacio con su voz y haciendo que yo entreabra los ojos.
Veo como su camisa ya está arrugada, al igual que hay bastantes pantallas activas, aunque no entiendo mucho, se que está buscando hasta debajo de las piedras el motivo de este suceso.
—Armand, déjalo ya—hablo mientras que incorporo mi cuerpo y alargo mi brazo hasta coger su mano y pararla por unos segundos, aunque él no me mire—ya no podemos hacer nada, debemos centrarnos en el presente —digo con tranquilidad sin alterarme de momento.
Estoy consiguiendo mantener mis emociones a raya, no puedo explicar cómo lo hago, pero lo estoy consiguiendo.
El me mira de lado antes de suspirar mientras que me observa detenidamente.
—¿Y si él ha descubierto al fin que todo ha sido un maravillo plan para acabar con ellos?—dice mientras que se arrodilla en la suelo, y atrae la silla hacia el mientras que abraza mis piernas, un acto que me hace sentir lo mal que esta—¿Y si por un error mío, he arruinado todo lo que has conseguido con dolor y sangre?—dice en voz baja haciendo que mi corazón empiece a doler por sus palabras.
Que mi propio hermano piense así me destroza, ya que el siempre ha sido el positivo de los dos, el ha sido el ancla que me ha atado a esta vida demasiadas veces, el ha pintado mi vida de colores por unos segundos cuando todo era de color negro.
El no ha tenido la culpa de nada y me duele que tenga pensamientos así por algo que no ha estado en sus manos.
Estoy cien por cien segura que le puso el mejor equipo de seguridad, que no dejo ni un cabo suelto como siempre.
Así que esta muerte no es culpa de ninguno, es culpa del asesino que le quitó la vida a una gran amiga para la familia.
—Si me ha descubierto yo asumiré las consecuencias nene—le hablo con voz suave mientras que cojo su barbilla y le acaricio la mejilla haciendo que me mire—no te culpes, lo que ha pasado no es nuestra culpa—le digo mientras que acaricio su cara lo más suave posible mientras que noto como un par de lágrimas salen de sus ojos.
Me mata ver a una de las personas que quiero así, el que el este sufriendo tanto como yo, sin poder evitarlo, solamente queriendo esfumar el dildo que siente ahora mismo.
—Si es mi culpa—dice mientras que sus ojos me miran con arrepentimiento, mientras que su agarre se hace ma fuerte en mis piernas—todo es mi culpa —vuelve a hablar haciendo que sienta una opresión en el pecho al escucharlo hablar con tanto dolor—debi mandarte lejos cuando fue el momento, debiste tener una vida normal lejos de este mundo, yo debí ocupar el trono que tanto daño te ha provocado, tuve que haber evitado que tomarás esa carga por los dos—habla con rabia mientras que separa sus brazos de mi y se levanta, camina lejos de mi mientras que se pasa las manos por el pelo.
Que vuelva a sacar ese tema es doloroso, ya que ambos decimos olvidar en su día, nunca más volver a hablar sobre ello, pero que lo haga en este momento me hace saber que esto es más grave de lo que pensaba.
—Debi haberte mantenido en una jaula de cristal—dice mientras que mira hacia la nada y de sus ojos caen más lágrimas, mostrándome su vulnerabilidad—no debí prepararte para ser la sucesora de nada, ni enseñarte a matar, ni involucrarte de lleno en esta asquerosa vida, nunca debí hacerlo—dice otra vez con rabia, mientras que empieza a darle puñetazos a la pared, haciendo que me levanté rápidamente para ir hacia el, para intentar pararlo y evitar que se dañe.
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El sacrificio de la reina (+21)
Teen FictionUna chica que luchó tanto para desvincularse de la mafia, que solo ansiaba la paz de las pequeñas cosas de la vida.. Quién le diría a ella que se sacrificaría por las personas que más amaba, que dejaría absolutamente todo para adentrarse en las fila...