Capitulo 45

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Bajo las escaleras del avión ya en un nuevo día, dejando atrás la oscuridad de la noche, cierro levemente los ojos cuando el sol da en mi cara, apesar de llevar las gafas de sol lástima bastante mis ojos.

Pero aún así mis pasos son seguros mientras que veo como una serie de camionetas están aparcadas en fila justamente delante de nosotros, viendo como ambos bajamos las escaleras del avión con lentitud.

Los hombres que ha traído el psicópata de mi lado ocupan sus puestos inmediatamente, mientras que los que están al lado de las camionetas me miran atentamente como si fuera una muñeca, sus ojos recorren mi cuerpo con lujuria, al igual que la sonrisa de sus caras resulta aterradora por unos segundos.

Ni siquiera poso mi mirada en ellos más de lo requerido , simplemente al bajar las escaleras camino lejos del avión, caminando por la pequeña pista privada en la que hemos aterrizado hace solo unos momentos, con pasos seguros y decididos hasta llegar al borde de la pista donde hay un mirador que me deja ver todo lo que hay alrededor.

Noto como una sola persona me sigue cuando mis pasos se han detenidos, seguramente es porque el lo ha ordenado, pero aún así no miro hacia atrás sabiendo quién me cubre las espaldas en este momento.

Unos pasos más camino hasta llegar al borde del mirador, viendo por completo el sitio que he visualizado nada más salir por las puertas del avión, el lugar donde me deja ver casi toda la isla en la que ahora mismo estoy.

Naxos tiene una belleza particular, las aguas cristalinas cubren las allá de lo que pueden ver los ojos, la vegetación es abundante, al igual que los  colores son calidos y vistosos, es un lugar paradisíaco.

Me gustan las vistas que observo, es lo mejor que puede tener Grecia sino fuera por la persona que gobierna la isla, este lugar sería un buen destino donde perderse y disfrutar de su encanto.

—Es preciosa—dice la voz que todavía se encuentra a mis espaldas, lo miro de reojo por unos segundos y veo que me está observando atentamente, pero enseguida vuelve su mirada hacia la isla—con los años la isla se ha vuelto un atractivo turístico, pero antes era un ricon del mapa donde apenas habia gente, los aldeanos solamente disfrutaban de estas vistas, eran los únicos merecedores de la belleza que hay en este lugar—habla mientras que me mira de reojo esperando que muestre algo de mi, alguna emoción que le indique cómo estoy.

Pero no lo hago en ningún momento, no le respondo a toda la información que me ha dado, simplemente cruzó mis brazos en mi pecho, antes de volver mi vista a las aguas cristalinas que cubren cada rincón de la isla.

Respiro a hondo, inhalando la brisa del mar, dejo que me acaricie la piel, como una suave caricia mientras cierro los ojos disfrutando de unos segundos de paz después de todo el caos por el que ha pasado mi mente en los últimos días.

Mi estado de ánimo a mejorado con las horas, el que Kalid haya estado trabajando en el avión,y que el único contacto que ha tenido conmigo solamente haya sido su mano en mi muslo, es algo que agradezco enormemente, al igual que no haya querido nada más, me ha dado el tiempo suficiente para volver a ser yo.

Necesitaba ese tiempo para recuperarme, luchar contra mi mente para no dejarme vencer por esos pensamientos que la inundan constantemente, al final lo he logrado.

Ahora solo hay un plan en mi mente que espero que salga a la perfección, ya que si falla algo me jodería los planes siguientes, y no estoy para perder tiempo.

Mi mano se posa en mi garganta, acariciándola mientras que abro los ojos, intento disipar las náuseas que llevo sintiendo horas.

Mi cuerpo parece rechazar el medicamento que me está alargando la vida, poco a poco surgen los efectos que tenía antes de tomármelo, eso me indica que la enfermedad está avanzando a paso rápido.

El sacrificio de la reina (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora