Tomo un sorbo de la copa de la persona que no se ha separado de mi en ningún momento, se que no debería con tanta medicación en mi cuerpo pero está noche necesito más que un sorbo, aunque intento no tomar mucho, soy consciente de mi actos aunque todo se haya derrumbado a mí alrededor.
Miramos los dos hacia el frente, ninguno habla mientras que vemos como dos líderes están uno frente al otro, intentando cooperar sin matarse en el intento, la tensión se nota hasta en este punto, pero aún así todo parece controlado.
Mi mirada se dirige hacia una esquina de mi padre ,veo como Nikolai está al pendiente de cada detalle, se que el tiene en mente lo que yo, están en nuestro territorio y pueden atacar en cualquier momento, aunque no les resultaría favorable.
Espero que sea más inteligente que eso, que mantenga su actitud como ahora, totalmente calmado y paciente como si todo estuviera de su lado.
—¿Se ha creído la historia?—pregunta Armand después de estar un rato en silencio, dándome una pequeña mirada de reojo haciendo que suspire ante su pregunta.
Miro Kalid y veo como se arregla su Rolex en la muñeca, mientras que su mirada vaga por toda la base, parece impaciente de un momento a otro ya que no puede dejar las manos quietas.
—Completamente, el cree que soy una maravillosa actriz —le digo mientras que me levanto lentamente y estiro un poco los músculos, intentando aliviar la tensión de mi cuerpo, haciendo que las cicatrices se estiren más de lo debido y produzcan más ardor, pero aún así intento volver a ponerme activa.
El cansancio que arrastro y el dolor cada vez me tienen peor, pero espero pronto estar bien, necesito estarlo.
—Y seguramente las heridas que escondes, es por haberle mentido en la cara—dice mientras que el también se levanta y lo mira fijamente tras el cristal, sus manos están echas puños mientras que su mirada se vuelve oscura.
Río levemente intentando no darle importancia al asunto mientras que me acerco unos pasos a él, le acaricio el brazo suavemente como el siempre lo ha hecho conmigo para calmarme en cualquier momento, sonrió para mí misma sabiendo mi hermano mayor nunca se le va a escapar nada.
—No fue nada que no me esperaba, lo he podido soportar, me encuentro perfectamente—le digo mientras que hago que me mire con enfado, pero se que no es dirigido a mí.
—Has estado más de dos días sin dar señales de vida, con tus constantes casi inexistentes, tu cuerpo casi colapsa, me vas a decir que estás bien ¿Enserio me vas a hacer creer eso?—dice subiendo el tono de voz, haciendo que cierre los ojos negando con la cabeza.
Entiendo cómo se siente, incluso siento el dolor que el sintió cuando vio que mis constantes se desploman y el no podía hacer nada, seguramente intento rescatarme en ese momento, y por la rabia y el enfado que trae se que el líder de la mafia negra no lo dejo, por eso ahora está furioso cuando le digo que estoy bien, cuando el mismo sabe que no es así.
—Se como he estado Armand, nadie mejor que yo puede saberlo, pero pasar por lo que he pasado me ha ayudado a avanzar y eso hara que en poco tiempo tengas lo que necesitamos,y acabemos por fin con todos—le digo mientras que cojo su cara y hago que mire, necesito que entienda mi punto de vista—lo voy a lograr y si para eso tengo que poner al límite mi cordura y mi cuerpo, lo pondre—le digo mientras que veo como sus ojos se ponen vidriosos a causa de las lágrimas que retiene —se que cuando sea el momento, tu me vas a salvar, pero todavía no lo es—le digo mientras que limpio la pequeña lágrima que cae por su cara, sintiendo que mi interior se vuelve a romper al verlo así.
Siempre se muestra así solamente conmigo, solo yo puedo conocer al verdadero Armand Mancini, el chico sensible y amoroso que daría todo por nosotros, que está a mi lado a pesar de que está no es su vida soñada, la persona que todos estos años a estado a mí lado, el chico que más de una vez me ha sostenido entre sus brazos sin esperanza de que volviera, aún así el ha luchado hasta el final por mi y por todos.
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El sacrificio de la reina (+21)
Novela JuvenilUna chica que luchó tanto para desvincularse de la mafia, que solo ansiaba la paz de las pequeñas cosas de la vida.. Quién le diría a ella que se sacrificaría por las personas que más amaba, que dejaría absolutamente todo para adentrarse en las fila...