011.ᴀʙᴏᴜᴛ ʜᴏᴡ ᴀɴɴᴀʙᴇᴛʜ ᴘᴜᴛꜱ ᴜꜱ ɪɴ ᴅᴀɴɢᴇʀ ʙʏ ʙᴇɪɴɢ ᴘʀᴏᴜᴅ

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ꜱᴏʙʀᴇ ᴄÓᴍᴏ ᴀɴɴᴀʙᴇᴛʜ ɴᴏꜱ ᴘᴏɴᴇ ᴇɴ ᴘᴇʟɪɢʀᴏ ᴘᴏʀ ᴏʀɢᴜʟʟᴏꜱᴀ

ꜱᴏʙʀᴇ ᴄÓᴍᴏ ᴀɴɴᴀʙᴇᴛʜ ɴᴏꜱ ᴘᴏɴᴇ ᴇɴ ᴘᴇʟɪɢʀᴏ ᴘᴏʀ ᴏʀɢᴜʟʟᴏꜱᴀ

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ESTABA OSCURECIENDO CUANDO HICIMOS NUESTRA INVOCACIÓN ANTE UN AGUJERO DE SEIS METROS DE LARGO, junto al depósito de la fosa séptica.

Era un depósito de color amarillo chillón y en un lado tenía una cara sonriente y unas letras rojas que decían: «FELICES VERTIDOS S.A.» No encajaba demasiado con el ambiente de una invocación a los muertos, la verdad.

Había luna llena. Las nubes plateadas se deslizaban perezosamente por el cielo.

—Minos ya debería estar aquí —dijo Nico, frunciendo el ceño—. Es noche cerrada.

—Quizá se ha perdido —dije, esperanzada, aunque la verdad es que estaba siendo ingenua al pensar en que el antiguo rey de Creta sólo se había perdido y ya.

Hacía rato que no dejaba de pellizcarme las uñas.

Nico empezó a derramar cerveza de raíz y arrojó carne asada en el interior de la fosa; luego entonó un cántico en griego antiguo. Los grillos enmudecieron en el acto.

—Dile que pare —me susurró Tyson.

Una parte de mí sentía lo mismo. Aquello era antinatural. El aire de la noche se había vuelto gélido y amenazador. Pero, antes de que pudiera decir nada, aparecieron los primeros espíritus.

Surgió de la tierra una niebla sulfurosa y las sombras se espesaron y adoptaron formas humanas. Una silueta azul se deslizó hasta el borde de la fosa y se arrodilló para beber.

—¡Detenlo! —exclamó Nico, interrumpiendo por un instante su cántico—. ¡Sólo Bianca puede beber!

Percy sacó a Contracorriente y yo a Resplandor. Los fantasmas se batieron en retirada con un silbido unánime. Pero ya era tarde para detener al primer espíritu, que había cobrado la forma de un hombre barbado con túnica blanca. Llevaba una diadema de oro en la frente; sus ojos, aunque estuvieran muertos, adquirían vida de pura malicia.

—¡Minos! —dijo Nico—. ¿Qué estás haciendo?

—Disculpadme, amo —respondió el fantasma, aunque no parecía muy apenado—. El sacrificio olía tan bien que no he podido resistirlo. —Se miró las manos y sonrió—. Es agradable poder verme a mí mismo de nuevo. Casi con formas sólidas...

—¡Estás perturbando el ritual! —protestó Nico.

Los espíritus de los muertos empezaron a cobrar un brillo de peligrosa intensidad y Nico se vio obligado a reanudar el cántico para mantenerlos a raya.

ʟᴏꜱ ᴄᴀᴘʀɪᴄʜᴏꜱ ᴅᴇʟ ꜱᴏʟ || 𝗔𝗽𝗼𝗹𝗼 #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora