━━━Extra IV

4.6K 636 314
                                    

╔╦══• •✠•❀ - ❀•✠ • •══╦╗

ꜱᴏʙʀᴇ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴇʟ ᴅɪᴏꜱ ᴅᴇ ʟᴀꜱ ᴘʀᴏꜰᴇᴄÍᴀꜱ ᴇɴᴛᴇɴᴅɪÓ ꜱᴜ ᴘʀᴏᴘɪᴀ ᴘʀᴏꜰᴇᴄÍᴀ

ꜱᴏʙʀᴇ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴇʟ ᴅɪᴏꜱ ᴅᴇ ʟᴀꜱ ᴘʀᴏꜰᴇᴄÍᴀꜱ ᴇɴᴛᴇɴᴅɪÓ ꜱᴜ ᴘʀᴏᴘɪᴀ ᴘʀᴏꜰᴇᴄÍᴀ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

╚╩══• •✠•❀ - ❀•✠ • •══╩╝

APOLO

SENTÍA MIS VENAS HIRVIENDO POR EL ENOJO.

Estaba solo en mi templo, no había nadie cerca y todo estaba destruido: muchos muebles estaban dados vuelta y otros destruídos, algunas de las decoraciones habían sido rotas y hasta las ventanas habían reventado producto de mis poderes descontrolados.

Estaba seguro que los mortales pronto comenzarían a sentir mi ira.

Esa mocosa se había burlado de mí y la muy cabrona se había incluso atrevido a tirarme un jarrón a la cabeza.

Quería odiarla, destruirla; pero no podía hacerlo. Mi propio cuerpo se negaba a cumplir mi voluntad contra aquella mestiza.

Solté un grito furioso, desgarrador, que hizo temblar todo a mi alrededor.

¡Era todo culpa de Afrodita!

Ella había manipulado cada pequeño detalle, como si se estuviera tomando el tiempo de escribir una historia romántica con más drama que las telenovelas latinas.

Nadie aprecia más que yo el drama de una buena novela romántica. ¡Pero era odioso que se atreviera a utilizarme a mí como pieza de su tablero de ajedrez!

¡¿Quién se creía que era para atreverse a usarme de esta manera tan miserable?!

Arrojé una silla contra la pared al recordar la conversación que había tenido con esa arpía.

Afrodita entró en la estancia apenas unos segundos después de que Ares se llevara al engendro. Sonreía como si cargara con un jugoso chisme y me sentí tentado de ahorcarla.

—Oh Apolo, no tienes que estar tan enojado —dijo burlona—, vengo a darle a tu existencia la más grata alegría de todas. La que has estado esperando por milenios.

Entrecerré los ojos con desconfianza. Nada que venga de la mente de esta loca puede ser bueno.

—Dime lo que sea que vengas a decir y vete, Afrodita —espeté.

Ella inclinó la cabeza a un lado.

—Supongo que te molesta que haya intervenido en tu jueguito de matón, pero después de que sepas todo me agradecerás que enviara a Ares a que te detenga. A tí no te hubiera beneficiado en nada si le causabas un daño permanente a mi querida Darlene.

—Si hablas de finalmente enfrentarme a Eros, me resulta bastante divertido que el gran dios de la guerra detuviera la posibilidad de una pelea que podría acabar en una masacre como a él tanto le gusta—dije burlón—. Supongo que lo has domesticado muy bien si es capaz de ignorar su propia naturaleza salvaje.

ʟᴏꜱ ᴄᴀᴘʀɪᴄʜᴏꜱ ᴅᴇʟ ꜱᴏʟ || 𝗔𝗽𝗼𝗹𝗼 #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora