"Capítulo 28"

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—Está bien, voy para allá en este mismo momento— Aseguró Jughead, firme, colgando la llamada.

Fin de la llamada.

—Señor Jones— Lo volvió a llamar el señor, ya impaciente. —Espero por usted—

Jughead lo miró y suspiró, nervioso. —Lo lamento mucho señor Wesley. Pero mi esposa va a tener a nuestra primera hija y no pretendo perderme eso. Ya contactaré a mi papá para que me cubra hoy. Lo siento, adiós— Se despidió, largándose a correr.

Jughead no escuchó lo que ese señor le dijo; Simplemente se largó a correr al ascensor, y una vez que salió del mismo, se fue corriendo a su auto, entró y empezó a conducir lo más rápido posible al hospital.

Llevaba el corazón en la mano y ya deseaba llegar, estar con Betty y juntos recibir a su hija.

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En el hospital, el drama estaba empezando; Betty estaba en una camilla, retorciéndose y sufriendo contracciones mientras sus padres se mantenían a su lado, dándole ánimos como podían.

—Ya mi amor. Cuando des a luz ya no recordarás éstas contracciones— Aseguró Alice, acariciando el cabello de su hija.

—Acabo de llamar a Jughead hija. Seguramente ya viene en camino. Conociéndolo, no se perderá el nacimiento de mi nieta por nada— Dijo Hall, acercándose a su hija y besando su cabeza.

Betty soltó un quejido, con las lágrimas bajando por sus mejillas del dolor. —Me duele demasiado... Quiero que termine—

—Hola, ya estoy aquí— Avisó Jughead, entrando a la habitación y mirando a sus suegros. —Gracias, de verdad—

—No hay de qué— Respondió Alice, con una sonrisa.

—Elizabeth es nuestra hija. Por ella lo que sea— Aseguró Hall.

Jughead tomó aire y se acercó a su esposa, tomando su mano y besando su frente. —¿Cómo te sientes, amor?—

Betty lo miró mal mientras apretaba la sábana con su mano libre por el dolor. —Estoy teniendo a tu bebé. ¿Tú cómo crees que me...? ¡Ahh!— Gritó, retorciéndose.

Jughead suspiró y miró a sus suegros. —Creo que llamaré a la doctora—

—Ella vendrá en unos minutos— Anunció Hall.

—Es que el bebé se tomará su tiempo para salir. Betty es madre primeriza— Dijo Alice.

—Buenas tardes— Habló la doctora, entrando a la habitación con una sonrisa, acercándose a Betty. —¿Lista para tener a tu bebé? Ahora vamos a trasladarte a la  sala de partos con el papi de tu bebé— Miró a Hall y Alice. —Los abuelos tendrán que esperar un poco—

—Claro, podemos esperar— Aseguró Alice, mirando a su hija y yerno. —Te amamos hija. Jughead, cuídalas—

—Te amamos y aquí estamos esperando por mi nieta— Avisó Hall, rodeando a su mujer con su brazo para salir juntos de la habitación.

Hall y Alice fueron a la sala de espera, y a Betty la trasladaron a la sala de parto junto a su esposo. Ella estaba en aquella habitación con contracciones cada vez más fuertes, con las piernas totalmente abiertas en un lugar lleno de enfermeras, a parte de la doctora y su esposo.

Jughead besó su cabeza y tomó su mano mientras ella inhalaba y exhalaba profundo. —Te amo, mi amor. Sé que tienes mucho miedo y dolor, pero eres fuerte, valiente y sé que vas a traer a nuestra niña sana y salva al mundo. Vamos amor—

°Dulce Matrimonio° 'Bughead' Donde viven las historias. Descúbrelo ahora