—No sabemos. La trajeron acá y no nos han dicho absolutamente nada— Respondió Hall, limpiándose las lágrimas. —Dios... Mi hija...
—Ni siquiera salen a avisarnos si está viva...— Murmuró Alice, con los ojos hinchados de llorar, volviendo a abrazar a Hall.
Cheryl y los Jones estaban con los niños ahí mientras tanto, pero ni Jughead ni su familia se imaginaba cómo era tener a un hijo o hija al borde de la muerte, sin saber nada.
Además de estar en su posición como esposo de Betty, también se ponía en el lugar de sus suegros. No se imaginaba en una situación similar con alguno de sus hijos.
Jughead también sentía que colapsaría con tanto dolor rodeándole, pero miró a sus hijos.
Sus inocentes niños jugaban con Cheryl, porque no se percataban de lo que pasaba, eran muy inocentes como para hacerlo. Una niña de tres años y un bebé de siete meses apenas.
Y aún después de que Jughead llegó, no habían recibido noticia alguna de Betty. Se estaba haciendo tarde, y Jughead tuvo que enviar a los niños a casa de sus padres. Se fueron los Jones, quienes se estaban haciendo cargo de los niños ahora, se fué también Cheryl, pero Jughead se negaba a irse. No iba a irse hasta recibir noticias de su esposa.
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Después de horas de espera, finalmente un doctor salió al encuentro de la familia de Betty, y Jughead y los Cooper se pusieron rápidamente de pie, acercándose, atentos y con miedo, mucho miedo.
Pero el doctor no traía buena cara, para nada.
—Por favor digamos que nuestra hija está bien, por favor— Suplicó Alice, llorando.
—Díganos que pudo salvarla, se lo suplico— Suplicó Hall, nervioso.
Jughead se acercó al doctor, con los ojos cristalizados. —Si algo le pasa a mi esposa, le juro que no voy a poder sin ella, por favor—
El doctor suspiró, bajando la mirada para luego volver a mirarlos. —Lo siento, lo siento muchísimo. Pero... No pudimos hacer nada. La perdimos—
En ese momento, los Cooper se quebraron. Los llantos de los padres de Betty podían escucharse en todo el edificio hospitalario, y Jughead se le acercó al doctor, llorando.
—Tenemos dos hijos pequeños en casa esperándonos. No voy a poder yo sólo, no sin ella — Negó Jughead, dejándose caer al piso, llorando como niño pequeño.
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—Jughead... Muchacho, despierta— Lo llamó Hall, moviéndolo para despertarlo. —Estás teniendo una pesadilla hijo—
Jughead se había quedado dormido en uno de los asientos de la sala de espera, y despertó espantado, mirando a su alrededor, nervioso.
—Betty... Betty... No...— Negó, cerrando los ojos con fuerza mientras lloraba.
—Tuviste una pesadilla— Le recordó Alice, para calmarlo. —Te ves muy cansado, Jughead. Deberías ir a casa a descansar, los niños están con tus padres. Nosotros nos quedamos pendientes de Elizabeth—
Jughead negó, poniéndose de pie. —No me iré de aquí hasta saber algo de mi esposa, lo que sea—
En eso se les acercó un doctor, y ellos inmediatamente estuvieron pendientes. Jughead miró al doctor y temía con todo su ser que su pesadilla se hiciera realidad.
—Por fin... ¿Y nuestra hija?— Preguntó Hall, ansioso.
—Por favor diganos que nuestra hija está bien, se lo suplico— Suplicó Alice, llorando.
El doctor suspiró, mirándolos. —Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance, pero la señorita entró en un estado de coma. Sufrió una lesión cerebral traumática y tuvimos que trasladarla a la unidad de cuidados intensivos. La magnitud del accidente fue muy grande y Elizabeth es muy afortunada de al menos estar viva—
Alice rompió a llorar, abrazando a su esposo Hall, el cuál estaba igual de destrozado, y Jughead se quedó ahí, atónito, sin poder procesar lo que acababa de pasar.
Cómo en un abrir y cerrar de ojos su esposa estaba entre la vida y la muerte.
—Pero ella va a estar bien y despertará del coma... ¿Verdad?— Preguntó Jughead, nervioso.
El doctor lo miró. —Lo siento mucho señor Jones. Me gustaría ser optimista en este caso, pero diciendo la verdad... Es difícil que la señorita Jones sobreviva—
Eso no ayudó para nada a nadie. Ahora mismo Betty estaba entre la vida y la muerte, y tanto Jughead como los padres de su esposa sentían su mundo derrumbarse en un segundo.
Luego Jughead junto a sus suegros pudo ir a ver a Betty en dónde estaba, pero cuando entraron a aquella unidad de cuidados intensivos, lo que vieron los dejó aún más destrozados.
Ella estaba totalmente inconsciente en una camilla, con un tubo y mil cables que la mantenían con vida por el momento. Estaba muy golpeada y con sólo verla te ponías a dudar si sobreviviría o no.
Hall y Alice lloraban mientras acariciaban a su hija y le hablaban. Jughead no se podía imaginar lo que sentirían unos padres con una hija al borde de la muerte.
Finalmente, Jughead tomó el valor y la fuerza necesaria para acercarse a su esposa y tomar su mano, aún llorando en silencio mientras sus suegros le daban su espacio para poder comunicarse con ella.
—Lo siento tanto, amor...— Murmuró Jughead, besando la única mano que ella no tenía llena de cables y tubos. —No sabes lo mucho que me arrepiento por la manera en la que nos tratamos las últimas semanas. Soy un imbécil. No sé si me estás escuchando mi amor, pero tienes que despertar, por favor, te necesito, te necesito para seguir adelante y criar a los niños contigo amor. Te juro que no voy a poder hacerlo sin ti. Te amo, te amo y te amo más que a nada en este mundo. Por favor Betty... Por favor...
Jughead se puso de rodillas ante ella y lloró como ni un niño pequeño lo hacía. Él se sentía peor por el último trato que se dieron antes del accidente, y ahora que su esposa estaba más cerca de la muerte que de la vida, era tarde para querer hacer algo.
La vida era así. Ahora estamos, y estamos con los seres que amamos hasta que en un abrir y cerrar de ojos, todo puede cambiar drásticamente.
Esto es demasiado 💔💔💔
Samy ❤️
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°Dulce Matrimonio° 'Bughead'
Fanfiction¿Qué pasaría si tuvieras que casarte por conveniencia?