"Capítulo 62"

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Once años después...

Betty y Jughead fueron realmente felices, criando a Emma y a Cody y dedicándose a su trabajo y a su matrimonio, que no hacía más que fortalecerse. Sus hijos no paraban de crecer, y el cachorro que habían adoptado tampoco. Cora seguía siendo amiga de Jughead y se veían de vez en cuando, e incluso estableció una amistad con Betty. La hija de Archie y Verónica seguía creciendo, y era menor que Cody por varios meses. Cheryl y Toni adoptaron a un niño que en ese momento tenía la edad de Emma, y esos dos se volvieron mejores amigos.

Ahora Emma tenía catorce años y Cody once, pero Emma tenía un carácter complicado y Cody era el niño dulce de la casa. Los hijos estaban creciendo y los retos también. Ser papás de una adolescente rebelde y un niño curioso no iba a ser fácil.

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Era temprano en la mansión Jones-Cooper y había mucho qué hacer; Trabajo para los adultos y escuela para los niños, y Jughead andaba apurando a todo el mundo en casa.

—¡Emma Jones Cooper! ¡Baja de allá ahora mismo jovencita!— Gritó Jughead, tomándose su taza de café.

—¡Ya voy!— Contestó Emma, bajando las escaleras y rodando los ojos. —Que pesado— Murmuró. Emma ya era una adolescente hermosa, muy parecida a su madre.

—Escuché eso— Advirtió Jughead, mirando a su hija, serio.

—¿Están discutiendo otra vez?— Preguntó Cody, acercándose con su mochila en mano y su cabellera negra bien recogida hacia atrás. Tenía un parecido increíble con su padre mientras más crecía.

—Nadie discute hijo— Negó Jughead, dirigiéndose a la cocina a limpiar y guardar su taza.

—Créeme niño, si lo hacen— Aseguró Betty, acercándose con el perro Milo en sus brazos.

—¿No estabas apresurándome para que baje de mi habitación? Entonces ya vámonos— Pidió Emma, llevándose un pan a la boca.

Jughead le iba a responder, hasta que vió la vestimenta de su hija; Jeans negros ajustados, una camiseta de ese mismo color, el pelo rubio y largo suelto y rebelde y un labial morado.

—¿Qué clase de vestimenta es esa? Vas a la secundaria, no a una fiesta o algo parecido. Ve a quitarte todo eso— Exigió Jughead.

Emma abrió su boca, indignada. —¡Pero papá!— Se quejó.

—Y ya empezaron— Murmuró Cody, divertido.

—Déjala así. Ya no hay tiempo Jughead. Se les hará tarde a los niños para la escuela y a nosotros para nuestra reunión— Advirtió la ojiverde mayor, dejando a Milo sobre su camita y mirando a sus hijos. —Vámonos todos—

La familia salió de casa y entraron al auto; Betty iba al volante, Jughead de copiloto y los más chicos atrás, cada quien en su mundo, los niños con su celular en mano y los adultos hablando de negocios.

Finalmente, llegaron a la escuela primaria de Cody, y él fué el primero en abandonar el auto, despidiéndose de sus padres con un gesto con la mano.

—¡Te amo mi niño hermoso! ¡Pórtate bien!— Le gritó Betty a su hijo desde adentro del auto.

—¡Pórtate bien campeón!— Le dijo también Jughead.

Cody asintió y se juntó con la hija de Archie y Verónica en la escuela para entonces retirarse, y luego Jughead y Betty fueron a llevar a Emma a la secundaria.

Betty detuvo el auto frente a la secundaria y Emma tomó su mochila para retirarse.

—Adiós mamá y papá. Los amo— Se despidió Emma, bajando del auto.

—Te amamos princesa— Le respondió Betty, mirándola con una sonrisa.

—Te amo niña. Que no vuelvan a decirme que llegaste tarde a clase después de receso— Advirtió Jughead.

Emma les dió la espalda a sus padres con una sonrisa y rodó los ojos por la advertencia de su padre; La relación con su padre era muy diferente a como era cuando ella estaba pequeña. Jughead la restringía bastante y a ella no le gustaba obedecer.

Entonces ahí se juntó con su mejor amigo Ian; Un chico de cabello castaño y rizado abundante, alto y de preciosos ojos miel.

—Iba a decirte buenos días, pero traes una cara...— Habló el chico, divertido. —¿Qué te pasa? ¿Tu papá otra vez?—

Emma rodó los ojos. —Es que no entiendo. Vive regañándome y reclamando por todo. Yo amo a mi papá... Pero a veces es insoportable—

—Es que tú no eres tan buena, Emma— Admitió Ian, divertido.

Emma le golpeó el hombro con diversión y lo rodeó con su brazo para entonces entrar al interior de la secundaria en la que estudiaban, juntos, como lo habían estado desde pequeños. Cheryl y Toni lo adoptaron cuando estaba cerca de cumplir cuatro años. Emma sólo le llevaba semanas. Tenían casi la misma edad.

Por otro lado, Betty iba conduciendo hasta la empresa en la que se haría la reunión, y Jughead iba muy pensativo y preocupado.

—Es sólo una adolescente Jug— Aclaró Betty, sin apartar su mirada del camino. —Sabías que esto iba a pasar—

Jughead suspiró, mirando a su mujer. —Es que esa niña me va a sacar canas, te lo juro. No quiere hacerme caso en nada y discute conmigo. No me respeta y hace lo que le dé la gana—

—Siento que estás siendo muy severo con ella. Si le dices a un adolescente que no haga algo, con mayor placer lo hace. Además... Según lo que me dijo tu mamá tú eras mil veces peor— Dijo Betty, divertida, aún conduciendo.

—Yo soy hombre. Emma sigue siendo una niña y tiene que hacer lo que yo diga— Afirmó Jughead.

—De acuerdo... Ya está. Mantén la cabeza fría. Vamos a estar en una reunión muy importante y cuando termine... Tu y yo tenemos una misión en el ascensor— Le recordó Betty a su esposo, mirándolo con una sonrisa traviesa y volviendo a mirar el camino de inmediato.

Jughead la miró de reojo, pícaro. —De sólo pensarlo se me pone dura la...

—Ya llegamos— Lo interrumpió Betty, entrando al estacionamiento del edificio. —Controla tus hormonas para cuando estemos en ese ascensor y me hagas toda tuya— Lo miró y le guiñó un ojo.















¿Qué les parece el salto temporal? ¿Tienen alguna teoría?

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Samy ❤️

°Dulce Matrimonio° 'Bughead' Donde viven las historias. Descúbrelo ahora