Pasaron los días y no, las cosas definitivamente no mejoraron. Betty cuidaba a los niños sola, básicamente, además de estar trabajando desde casa la mayor parte del tiempo para poder estar pendiente de ellos. Jughead nunca estaba, y cuando estaba, supuestamente se encontraba muy cansado como para dedicarle parte de su tiempo a su esposa o a sus hijos.
Él no era el mismo, ella tampoco. Su matrimonio estaba cayendo, y ninguno de los dos estaba haciendo nada para evitarlo.
..............................................................
En casa, Betty recién le había dado un baño a su bebé y lo estaba vistiendo en su habitación cuando la pequeña Emma se le acercó con un dibujo en mano.
—Mira mami— Le dijo, mostrándole el dibujo.
Betty tomó al bebé en sus brazos, se sentó con él en su regazo en la cama y tomó el dibujo.
Miró aquel dibujo con nostalgia, pues era un dibujo de ellos, su familia. Ella, su esposo y los dos más pequeños.
—Está hermoso, mi amor. Me gusta mucho— Aseguró Betty, devolviéndole el dibujo a su hija y sonriéndole.
—Gracias— Contestó la rubia más pequeña, feliz. —¿Papi?—
—Papi anda por ahí. Si quieres muéstrale el dibujo que hiciste, amor— Sugirió Betty, aún con el bebé en su regazo.
Emma asintió, contenta, y salió de la habitación, empezando a buscar a su papá por aquel extenso pasillo; Ella sabía en dónde estaba la oficina que Jughead tenía en casa, y por eso buscó ahí.
La puerta estaba abierta, y ella entró en silencio, lentamente. Su padre estaba esclavizado a la computadora, como casi siempre estaba últimamente.
Pero ella era sólo una niña de tres años apenas. No entendía eso.
—Papi— Lo llamó, acercándose, muy entusiasmada.
—¿Si, hija?— Respondió Jughead, sin mirarla siquiera.
—Papi, mira, dibujo— Avisó Emma.
—Lo veré después, pequeña. Estoy ocupado— Advirtió Jughead, sin paciencia, sin dejar su computadora.
—Pero papi...
Jughead suspiró y se giró a mirarla, serio. —¡Estoy ocupado ahora hija!— Gritó.
Emma dejó caer el dibujo que había hecho y se retiró, corriendo y llorando.
—Emma... Lo siento. No quise... ¡Ven aquí, hija!— La llamó el ojiazul, poniéndose de pie y queriendo seguir a su hija.
Betty salió de la habitación con el bebé en sus brazos para investigar por qué su pequeña lloraba, y en eso Emma se le acercó, llorando.
—¿Qué ocurre mi amor? ¿Por qué lloras?— Le preguntó, acariciando su cabello con una mano libre y mirando mal a Jughead, quien se estaba acercando. —¿Ahora qué le hiciste?—
—Nada. Es que ella quería mostrarme algo, pero yo estaba ocupado— Contestó Jughead, mirando a la niña, arrepentido. —Emma... Mi amor...
Emma se abrazaba más a su madre y lloraba más fuerte, como si ahora le tuviera miedo a su padre. Eso hizo la sangre de Betty arder.
—Escuchame, Jughead— Exigió Betty, firme, rodeando a su hija con una mano libre mientras sostenía a Cody con la otra. —Si hay algo que nunca te voy a permitir ni a tí ni a nadie, es que te metas con mis hijos—
Jughead abrió su boca, indignado. —¿Perdón? ¡También son mis hijos!—
—Oh... ¿Y ahora lo recuerdas?— Preguntó Betty, con sarcasmo. —¡Los has ignorado durante todas estas semanas! ¡No permitiré que vuelvas a meterte con los niños!—
—¡No fue mi intención! ¡Entiende que los niños también son míos, soy su padre!— Gritó el ojiazul.
Ahí el llanto de Emma fué más fuerte, y también el bebé se había espantado y empezó a llorar fuerte.
Betty suspiró, con los ojos cristalizados, y miró mal a su esposo. —A menos que quieras arreglar las cosas, mantente lejos de mi y de mis hijos— Exigió, retirándose a la habitación.
..............................................................
Jughead estaba muy arrepentido de lo que hizo; Trató mal a su esposa y a sus hijos, y la culpa lo estaba abrumando. Él estaba metido en un hoyo del cuál no sabía cómo salir.
Por eso, quiso ahogar sus penas en un bar, con bebidas alcohólicas. No era lo correcto, pero no sabía qué hacer.
Lo que él no sabía, es que iba a recibir una visita muy inesperada; Una persona se sentó al lado suyo en aquella mesa de bar, y esa persona no era nada más y nada menos que Cora Cárter.
Jughead la miró, con los ojos abiertos como platos, porque hacía años que no la veía.
—¿Qué pasa? ¿No dirás nada? Hola— Saludó Cora, con una pequeña sonrisa.
Jughead le sonrió de mala gana. —Hola, Cora. Cuánto tiempo—
—Lo mismo digo— Admitió Cora, soltando un suspiro. —Jughead... Vine a disculparme por la actitud que tomé hace unos años por tu matrimonio. Perdón, no fue lo correcto y me dolió mucho perder tu amistad—
Jughead la miró y le sonrió levemente. —Descuida, cometemos muchos errores a veces. También me dolió perder tu amistad. Todo era tan sencillo en ese entonces...
—¿Sencillo? ¿A qué te refieres?— Preguntó Cora, extrañada.
—Nosotros dos, sólo nosotros dos contra el mundo en la universidad, dos torpes estudiantes...— Admitió, soltando una pequeña risa. —No sabes lo difícil que es todo ahora. Todo era perfecto cuando me casé, pero el trabajo se puso intenso y luego llegaron los niños y... Diablos... El trabajo y los niños me vuelven loco y mi mujer no para de celarme y reclamarme—
—Así es la vida de casados, Jug. ¿Qué esperabas?— Preguntó Cora. —¿Tuviste más hijos?—
—Tengo un niño y una niña, mira— Avisó el ojiazul, sacando su celular y mostrando una foto de Emma y Cody, reciente.
Cora sonrió, mirando la foto. —Qué hermosos. Se parecen bastante a ti, especialmente el bebé—
—Lo sé. Y no te confundas, mis hijos son mi vida, siempre quise ser papá. Pero me vuelven loco— Admitió Jughead, tomándose un profundo trago de su botella de cerveza.
—De acuerdo, pero no hay que tomar alcohol— Negó Cora, quitándole la botella al ojiazul y tomando su mano, sonriéndole. —Todo estará bien, tranquilo—
Jughead le sonrió. —Eres una gran amiga, Cora—
Ellos se abrazaron, y al parecer habían recuperado una antigua amistad. Lo que no sabían, es que alguien los observaba a lo lejos.
Mucho drama 🤧😖Samy ❤️
ESTÁS LEYENDO
°Dulce Matrimonio° 'Bughead'
Fanfiction¿Qué pasaría si tuvieras que casarte por conveniencia?