Jughead la abrazó y besó su mejilla. —Eres una mujer muy fuerte, Betty. Eres hermosa, eres madre, esposa, trabajas duro y eres muy buena en todo lo que haces. Por eso te amo tanto. Y si ya tuviste a una bebé, claro que puedes tener otro—
Betty sonrió, porque aún cuando estaba pasando por unas contracciones fuertes, él la hacía sonreír y le daba ese apoyo que necesitaba en momentos como éstos.
Fueron horas y horas de trabajo de parto, hasta que Betty por fin fue trasladada a una habitación en la que verdaderamente empezó el gran reto.
—¡Aagh! ¿¡Por qué me metí en esto otra vez!?— Gritó, cerrando los ojos con fuerza.
Jughead sujetó su mano con fuerza, besándola. —Ya casi mi vida, aguanta sólo un poco—
—Lo estoy viendo Elizabeth, sólo unos intentos más— Avisó la doctora.
—¡Es que ya no aguanto!— Gritó Betty nuevamente, haciendo sus últimos intentos.
Tras un último grito, la agonía terminó y empezó una nueva vida; El llanto del bebé recién nacido inundó la habitación, y fué el mejor sonido del mundo para Betty y Jughead.
—Felicidades, acaban de tener a un hermoso niño— Avisó la doctora, con el bebé llorando en sus brazos.
Betty lloraba de la felicidad, y Jughead también. La doctora dejó al recién nacido en los brazos de su padre, y éste lo tomó con mucho cuidado y sonrió al verlo. Pequeño, frágil, con su piel rosa y su hermosa cabellera negra, exactamente igual a la de él.
—Salió idéntico a mi, amor. Mira— Le dijo Jughead a su esposa, acercándose a ella con el bebé en sus brazos.
Betty lo tomó en sus brazos y acercó su pequeño cuerpecito al de ella, y el llanto del bebé iba disminuyendo al estar en contacto directo con el calor de sus padres, cerca de ellos, escuchando su voz.
—Saliste igualito a tu papi mi amor— Le habló Betty a su hijo, besando su cabecita con cuidado. —Te amo—
—Siempre quise tener un hijo y ponerle Cody— Admitió Jughead, tomando la mano diminuta de su hijo y besando la mejilla de su esposa. —Cody Jones Cooper—
Betty sonrió, mirando a su esposo y después a su bebé. —Bienvenido Cody. Vamos a amarte muchísimo y tú hermanita y tu familia también—
Trasladaron a la rubia junto a su bebé a una habitación más cómoda, después de verificar que el bebé nació sano, y Jughead no se despegaba de ellos hasta que recibieron una visita muy esperada.
—Dios mío... Que hermosura de niño— Admitió Cheryl, entrando a la habitación con una sonrisa, acercándose al bebé. —Deja que Emma lo vea—
En ese momento, Toni entró con la pequeña Emma tomada de manos, y Jughead fué quien la recibió entre sus brazos mientras Betty permanecía en la camilla con el bebé.
—Papito...— Murmuró la niña, abrazándose al cuello de su padre.
Jughead besó su mejilla, aún abrazándola. —Mi princesa hermosa... Te extrañé. Ven a ver quién te espera—
Emma, algo confundida, tomó la mano de su padre y éste la guió hasta donde estaba Betty con el bebé. La niña quedó en shock, mirando al bebé y también a su madre.
—Hola mi niña preciosa— La saludó Betty, sonriéndole. —Saluda a tu hermanito— Le mostró al bebé.
Emma se acercó y miró una vez más al bebé, y luego a su madre. —Bebé— Señaló el vientre de su madre.
Jughead soltó una risa, acariciando el cabello de la niña. —Está confundida. El bebé estaba en tu vientre y ahora está afuera. Ella debe estar muy confundida—
Emma se acercó y se puso de puntitas para dejar un beso en la frente del niño, llenando de ternura a los presentes en la habitación.
—Nuestra ahijada será una gran hermana mayor, amor— Le dijo Toni a la pelirroja, tomando su mano.
Cheryl sonrió, mirándola. —Ya lo creo, Tt—
Poco después, llegaron también Verónica y Archie, a quienes no les faltaba mucho para conocer a su hija, ya que tendrían niña. Llegaron también los Cooper y los Jones, contentos de ser abuelos nuevamente.
Si algo era totalmente cierto, es que Betty y Jughead tenían una familia rodeada de amor, y eso era algo que nunca les iba a faltar a sus dos hijos.
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El mayor reto empezaba, y ese reto era llegar a casa no con una niña solamente, si no, con dos niños pequeños para cuidar.
No era fácil, pero la felicidad que la pareja sentía por hacer crecer a su familia no se comparaba con nada.
Al día siguiente, Betty y Jughead regresaron a casa con su hija de casi tres años y con el bebé recién nacido. Como era de esperarse, el bebé lloraba con frecuencia.
—Ya amor, está bien— Intentó calmarlo Betty, sentada al borde de la cama con el niño llorando en sus brazos.
Jughead entró a la habitación con Emma tomada de manos, y se acercó. —¿Qué ocurre?—
Betty lo miró. —No lo sé. Le di de comer, lo cambié hace poco y no se quiere dormir—
—Bebé llora mucho— Admitió Emma, tapándose los oídos con sus pequeñas manos.
Jughead suspiró y se le acercó. —Voy a intentarlo. Pásamelo—
Betty asintió y dejó al recién nacido en brazos de su padre, y subió a su hija a la cama para abrazarla y acurrucarse con ella.
Jughead caminaba de un lado a otro en la habitación, con el bebé llorando en sus brazos, pero con toda la paciencia y el cariño del mundo.
—Hola, campeón— Le habló suavemente, mirándolo con una sonrisa. —No tengas miedo, bebé. Sé que todo esto es nuevo para ti, pero estás con papi, con tu mami y con tu hermanita y te amamos mucho. Shhh... Tranquilo—
Cómo si fuera por arte de magia, el bebé dejó de llorar y abrió esos ojos verdes heredados de su madre, lo único que había heredado de su madre. Lo miró con total atención y asombro, como si le encantara escucharlo.
—Jug... ¿Qué hiciste?— Le preguntó Betty a su esposo, extrañada porque el niño ya no lloraba, aún en la cama, abrazada a su hija.
Jughead la miró y se encogió de hombros con el bebé en brazos. —No sé, sólo le hablé— Contestó, volviendo a mirar al bebé para besar su frente.
Familia Jones Cooper 🥺❤️
Samy ❤️
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°Dulce Matrimonio° 'Bughead'
Fanfic¿Qué pasaría si tuvieras que casarte por conveniencia?