56°

2K 371 643
                                    

Scarlett.

Los niños corrían por el jardín. Ya no parecía caótico el ser madre, porque estaban las personas que me criaron haciendo mi trabajo.

Un libro sobre mi regazo, mi móvil en las manos. Mi ex esposo del otro lado de la pantalla.

"Creo que tenemos que discutir lo de la custodia..."

"¿A qué te refieres con eso? Los niños están conmigo"

"No digo que estén mal, pero si que ambos necesitan estar con su padre y tú... seguramente sigues con aquello de trabajar metido en la cabeza"

"Una pensión para dos niños no mantiene un hogar, Ryan. Debo trabajar"

"Eso no pasaría si aún siguiéramos casados"

Olvidé el móvil. No seguiría con esa estúpida charla. No estaba entre mis planes seguir con la mente en él, ya estamos acabados.

Quiero que se detenga.

—¡Mami, mami, mírame! —Elliot hizo una voltereta de una peculiar e infantil forma.

—Wow, amor. Eso es muy lindo, ten cuidado —pedí sonriente. Rose corría tras su hermano, ambos jugaban con el cachorro de mis padres.

Un lindo Papillón francés, mamá y papá lo adoptaron en la celebración de sus bodas de oro, el pequeño los acompaña desde entonces.

—¡Corre! —gritaba mi hija animando al pequeño cachorro, pero él la ignoraba.

No es mucho de jugar.

—Tal vez un perro sea lo que necesitan, ya sabes... Se ve que les gusta —dijo papá sentándose a mi lado.

Sonreí.

—No uno de esos, es demasiado...

—Odia a los niños. Dilo, es por eso que tu madre y él parecen entenderse, ambos son muy...

—Ajá —lo detuve entre risas.

"¡Scarlett, responde! ¿Crees que es gracioso?"

"Tendré que hablar con mi abogado"

"Cariño, solo deberías pensarte mejor esto, aún podemos disolver el acuerdo de divorcio"

Nuevamente más mensajes.

—¿Ocurre algo?

—Ryan no deja de insistir en que... Los niños necesitan a su padre y aún tenemos quince días para acabar con esto, seguir casados y todo.

—Justo algo que necesitas —mamá se acercó con limonada —. Que tu esposo regrese a tu vida.

Dejé ir un suspiro molesto, cansada de esos comentarios.

—Mamá...

—No, amor. Lamento decírtelo, pero creo que... Te estás equivocando fuertemente y estos niños no van a estar bien si tú no comienzas a hacer un buen trabajo.

—¿Perdona? —pregunté molesta.

—Melanie...

—No, Karsten, ella debe tener a alguien que le diga las cosas tal y como son.

Laguna negra |Scarzzie|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora