Lizzie.
Podía oír como las cosas se movían con fuerza, abrí los ojos a duras penas. Me encontraba realmente cansada.
—¿Scarlett? —pregunté y la vi acomodar su cabello en un rodete mal hecho.
—¡Levántate, y ve a ducharte!
No dije nada. Mantuve mi rostro en la almohada, no entiendo lo que ocurre.
—¡Lizzie, arriba! —el tono severo en su voz me hizo levantar la cabeza otra vez. Acomodó sus aretes y luego me lanzó ropa —. Te dejaré llegar diez minutos más tarde que yo, no te daré más de ese tiempo. Te veo en el salón.
Enarqué una ceja. La vi salir casi corriendo de la habitación y observé mi móvil.
¡Ocho y cuarenta! Mierda.
Joder, joder, joder. No debimos quedarnos hasta tan tarde... Charlando. Ahora comprendo la frialdad en su voz.
En menos de cinco minutos me di una ducha, me preparé y salí corriendo hasta el salón, llegué y ella no se encontraba allí, Elliot elevó sus pulgares, nadie más excepto él y Dakota notaron mi presencia.
—¿Las sábanas estaban pegadas a tu cuerpo? —se burló el castaño.
No quise contestar, pues realmente sigo intentando comprender lo que sucede a mi alrededor. No puedo creer que se nos pasara el despertador.
—¿Dónde está? —dije por lo bajo.
—Fue en busca de las hojas que leeremos hoy. También se disculpó y dijo que se le pasó la hora mientras preparaba los exámenes, ¿es cierto?
Intenté no sonreír, pero me fue imposible. Elliot rió.
Ella y yo hemos hecho el amor toda la noche, y no puedo estar más feliz por eso, incluso si sé que está mal que ambas faltemos a nuestras obligaciones.
—¡Ya estoy aquí! —habló ella —. Volvemos a las lenguas romances, viví muchos años en Madrid, como les comentaba, me interesa que sepan leer al menos un par de textos en español —comentó.
—¿La has oído hablar en español? —preguntó Elliot en un susurro. Vi su mirada clavarse en ambos. No dije nada, ella nos observa.
Bajé la mirada hasta mis apuntes y esperé que no dijera nada. Cumplí con el tiempo que me ha dado para llegar.
—Dakota, por favor. Reparte el material a tus compañeros —dijo ella. La pelirroja se levantó con una sonrisa y se acercó con su seguridad característica.
—Arpía —susurró Elliot. Reí por lo bajo.
—Basta, controla tu sistema —murmuré con voz apagada. Realmente estoy cansada.
Aunque he disfrutado la lectura previa a nuestro encuentro carnal, ella me ha leído algo de uno de sus poetas favoritos otra vez, y no he soportado la idea de tenerla recostada a mi lado sin besarla, acabó en lo que debía acabar. Ha sido bueno. ¿Es esto lo que se llama vivir en una luna de miel constante? ¡Es como si el mundo entero se encendiera en llamas! No me siento patética o preocupada por la existencia, voy día a día sintiendo que todo encaja como debería.
—¿Maestra, nos leerá esto antes de pedirnos comprenderlo?
Scarlett asintió ante la duda de Dakota.
—Por supuesto. Les leeré los textos en español, les daré un glosario y luego veremos cómo desencadenar algo interesante.
Mantuve mi mirada clavada en su rostro, ella no volteó a verme. En ningún momento de la clase fue capaz de verme.
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Laguna negra |Scarzzie|
FanficMaestra Johansson. Dedicado a la mujer que es demasiado suya para ser mía. [No se permiten adaptaciones]