Laguna negra |Scarzzie|

57°

Lizzie.

—¿Existe alguna manera de que Andrew Scott me parezca menos insoportable este semestre? —pregunté a mis amigos. Florence levantó la cabeza y dejó de acariciar el cabello de Elliot.

—Eso lo dices porque le quitaste a su novia y después ella los abandonó a ambos —murmuró Elliot. Iba a discutir, pero bajo ese punto de vista tiene sentido, lo suficiente al menos.

—Eso, o realmente Andrew está siendo molesto este semestre, es como si ni siquiera le importara.

—Tal vez tomar dos cursos es lo que le molesta, ya sabes. No era su obligación y le quitan tiempo libre.

—Nuestra clase es en los mismos horarios, no pierde ni gana, en lo absoluto.

Suspiré.

—Entonces no sé, pero es un idiota todo el tiempo. Nos obliga a leer sin siquiera analizar lo que leemos y se vuelve repetitivo. Hoy me ha dicho que si tan aburrida estaba, les diera la clase yo.

—¿Y qué has hecho?

—Me he levantado, hablé media hora sobre el libro y por suerte todos estaban atentos, incluso la insoportable Dakota.

—¿Y él qué ha hecho? —insistió Flo.

—Me regañó al acabar la clase. No sé, es que juro que no le soporto, antes me parecía magnífico.

—Dos alfas dentro de un mismo territorio, no me imagino cuál será el problema —dijo Elliot con sarcasmo.

Comencé a reír. Es un idiota, aunque no negaré que tiene algo de sentido que no nos soportemos debido a nuestro parecido, o algo más.

—¿No están muy juntos? —pregunté viendo la cercanía de mis dos amigos, quienes antes de regresar de vacaciones se juntaron en un sitio apartado.

Florence se sonrojó. Elliot sonrió viéndola como si fuese lo más lindo que alguna vez ha visto.

Ya entiendo.

—Tengo que irme a una de mis clases. Nos vemos en el almuerzo.

Florence besó la mejilla de ambos y se alejó rápidamente. Sé que deseaba huir de la escena, ha sido bastante obvio.

Elliot y yo la vimos desaparecer por el pasillo, él con una sonrisa de imbécil y yo viéndole ser... Así.

—¿No eras gay? —pregunté luego de unos minutos.

Él se encogió de hombros.

—Eso creí. Supongo que solo era el trauma por Dakota, además Florence aseguraba que solo tuvo relaciones con... Chicos cis, y aquello me ponía de los nervios, pero... Sucedió, no dejé de pensar en ella en el verano y...

—Se ve que ella tampoco en ti, campeón —palmeé su espalda. Él sonrió.

—Supongo que tengo suerte, o la detuve a tiempo, justo antes de marcharse luego de que la hubiese rechazado. Tenía miedo, ¿sabes? No quería aceptar lo que ella me provocaba, era mutuo, y siempre lo fue.

—De acuerdo, pero al menos lo hablaron, y están juntos, felicidades por eso —murmuré avanzando por el pasillo.

—Eh, no diría que juntos, pero... —trató de seguirme el paso.

—Que va, si llevan tres semanas de clases actuando como novios, pero que ni Robbie ni yo hemos querido decir algo.

—Ustedes se reúnen en tu habitación a tener sexo, no son los más indicados para decir algo.

Reí.

—Un par de veces. Solo pasó un par de veces, lo he evitado últimamente.

—¿Por qué? —preguntó interesado.