60°

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Lizzie.

—Debo decir que te odio por no decirme que Johansson volvería.

James sonrió.

—No quería ilusionarte con algo que no estaba confirmado.

—No iba a "ilusionarme"— hice comillas —. La superé bastante bien.

—No niego que existe una diferencia entre tu romance con Reynolds y Johansson, ambos pasaron de formas diferentes, pero ella fue especial, y no esperaba que actuaras con tanta madurez, pero lo hiciste, ¿por qué yo echaría a perder eso?

Observé a Piolín quien no dejaba de morder las cosas que James dejaba en su maleta.

—Estaré aquí sábado y domingo, no pude hablar con ella y... No sé qué pensar, creo que me entregué a esto otra vez.

Él no dijo nada. Siguió acomodando su ropa para el viaje. No era demasiada, pues solo iba a verse con un amigo por correspondencia con el que charlaba desde hace unos años.

Suspiré. Él no dirá nada. Lo conozco.

—¿Te verás con Jake?

—Sí, tal vez vendrá a quedarse aquí conmigo unos días.

Asentí.

Jake Gyllenhaal, su amigo por correspondencia, y la razón por la que creo que mi hermano no podrá sentarse al regreso.

—De acuerdo.

—¿Qué? —preguntó al verme sonreír.

No contesté.

Le pagaré con la misma moneda de silencio.

—Elizabeth, no hagas eso.

Reí.

Salí de su habitación ignorando sus llamados y dejándolo con Piolín de compañía. Que resuelva sus asuntos, no es mi problema.

Una notificación en mi móvil. Número desconocido.

"Te extraño"

Sonreí.

"¿Quién es? ¿Intenta venderme algo?"

"Intento venderte tiempo compartido, ya sabes, un poco de... Calidad"

"Me interesa. ¿Dónde podría firmar? Aunque me gustaría conocer los términos y condiciones más a fondo. Debo saber en qué me estoy metiendo"

"Puedo encargarme de eso, te aseguro que no te arrepentirás de firmar con esta empresa. Cuidamos bien de los nuestros"

Una risa tonta escapó de mis labios. Johansson me agrada, eso es algo que no cambia, compartir con ella es agradable incluso de esta forma, porque nuestro humor encaja bien.

—Ya acabé mi maleta. Debo irme. Te veré el domingo por la noche, Jake y yo traeremos la cena.

Asentí y tomé su mano para besarla. Mi hermano acarició mi mejilla luego de eso.

—Te amo, James. Gracias por... Todo.

Él sonrió.

—Incluso por el silencio, espero —asentí. Sé que incluso en silencio, él habla —. Te amo, pequeña, cuídate mucho y cuida de Piolín. Envía saludos a los pequeños Scarlett.

Laguna negra |Scarzzie|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora