Laguna negra |Scarzzie|

77°

Lizzie.

Observé el mesón de casa. Mis padres iban de un lado a otro a la espera de la cena.

Vi el móvil. Un mensaje de Scarlett acababa de llegar.

Scarlett| Buenas noches, amor. Te extraño, espero que estés disfrutando de la visita a casa de tus padres. 22:30

Sonreí.

Adoro cuando me llama amor. Adoro que me extrañe.

—Deja el móvil, y ayúdame con algo, cariño —mamá habló. Asentí.

—Un minuto... —dije pensando en la respuesta que le daría.

—Preciosa, necesito que sea ahora.

Suspiré. Me puse de pie rendida y dejé el móvil allí, pasé por el lado de James, él estaba con el móvil también.

Jake no vino con nosotros.

—Hey, vamos.

Mi hermano estaba notoriamente desanimado, deseaba que no fuese así, pues estábamos aquí, con mamá y papá, Ashley y Tom.

—No tengo ga... —no le dejé acabar la frase, tomé su mano y le levanté con fuerza.

James fue tras de mí con el rostro hasta el suelo y un puchero notorio. Deseaba presentar a Jake a nuestros padres, pero el castaño temía no estar preparado, eso hizo que James sintiera que iban a dejarlo. No sé en qué siguió todo, trato de entenderlos.

—Deja de quejarte, estamos aquí.

Mamá estaba en su jardín. James bufó, me giré para verle, él nunca había estado de esta manera.

—¿Por qué bufas?

—Es fácil para ti decirlo, tienes una novia que te ama, y que no planea dejarte. Tendré suerte si al menos me deja una bufanda en el guardarropa.

Giré los ojos. Es un exagerado.

—No, Jake no te dejará. Él te ama, y mucho, tanto como para ayudarme a buscar el libro que te he regalado.

Mamá nos llamó.

—Me voy.

—¡James! —me quejé.

—¡No tengo ganas, Lizzie!

—¡¿Por qué no pones de tu parte?! ¡Jake te ama! —insistí.

—¡No, no lo sabes, tú ni siquiera sabes cómo me siento, a ti te aman! ¡Tu tienes una relación estable, Ashley también, yo no! ¡Acéptalo!

—Niños, no discutan —mamá intervino. James está realmente irritable —. James, ve a descansar. Lizzie, ven conmigo.

Mi hermano se fue molesto. Yo me fui molesta, mamá me dio algunos implementos, me senté a su lado en el césped y ella comenzó a trabajar.

—¿Por qué dejas que se sienta miserable cuando solo está siendo dramático? —me quejé. Mamá levantó la mirada.

—¿Por qué no lo dejas en paz un momento? Sabes que tu hermano se ha vuelto gruñón con los años.

—Tiene el síndrome del nido vacío. Cree que todos van a abandonarlo y solo es un llorón.

Mamá negó, no me dijo nada. Decidí insistir, ¡no es justo que esté triste! No me gusta, Jake no lo ha dejado, Jake incluso nos llevó hasta el aeropuerto, dijo que visitaría a una amiga en nuestra ausencia.

—Jake es un buen tipo, incluso Scarlett lo cree, y solo lo ha visto dos veces.

—¿Quién es Scarlett? —preguntó mamá dejando las semillas de lado.