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Jungkook



Estoy en una reunión. Molesto, no por la maldita reunión, estoy molesto porque Jin me ha despertado y me ha interrumpido mi maldito sueño, e interrumpido mi tiempo de pasar abrazado con el rubio entre mis brazos, mientras Dai duerme abrazado por los brazos de Jimin.

—Cambia la cara de culo, Jungkook —me pide Jin, con una taza de café en sus manos.

Lo veo disgustado y no respondo, cierro mis ojos y espero a que Yoongi haga su maldita aparición para poder establecer algunos puntos con los encargados del puerto.

Es una reunión importante, el Ministro de turismo tiene tanto que ver, para que mi droga viaje en barcos llenos de turistas y entren a Japón.

Hablare con los de seguridad del puerto, nada es fácil, todo tiene un puto costo y requiere de tiempo y buenos aleados para poder hacer que todo funcione bien.

La puerta se abre y la sirvienta entra con unas cuantas tazas llenas de café, las deja en el centro de la enorme mesa y luego se retira.

Se escuchan unos rechinidos de llantas frenar contra el duro asfalto, algo me dice que Yoongi está aquí, y el encargado del puerto también.

Segundos después mi primo hace su entrada, siguiéndole sus pasos se encuentra el encargado del puerto.

—Perdón por la demora —hace una reverencia y luego toma asiento.

Namjoon y Hoseok entran y la reunión inicia.

—Necesito seguridad de mi cargamento —digo.

El encargado del puerto se pone en pie, toma una taza de café y luego vuelve a tomar asiento.

—Tendrá toda la seguridad, puedo garantizarlo —bebe un poco de café caliente luego que ha hablado. —Sus hombres no serán registrados en lo absoluto, le doy mi palabra, Jeon —me asegura.

—No quiero policías en el barco —ahora el que habla es Yoon.

—Le garantizo que los de seguridad no se meterán con sus hombres —garantiza, para luego continuar bebiendo café.

—La policía marítima existe —recalca con molestia, Yoongi.

—No está en mis manos controlarlos, Jeon.

—Nam, llama al jefe de la policía marítima. Yoongi, sabes que hacer, me encargare de llamar al ministro de turismo, necesito tener paso libre por distintos lugares con sus barcos llenos de viajeros.

Mi primo asiente.

—Hoseok, consigue personas que necesiten dinero y estén dispuestas a viajar con mi producto, consigue mujeres y hombres de distintas clases, sino tienen ropa encárgate de ellos.

El nombrado asiente.

—Cambiaremos el viaje, lo haremos pasado mañana, quiero que todo salga bien, necesito que todo esté seguro —alejo un poco la silla de la enorme mesa.

—¿Qué hay del recibimiento en Japón? —pregunta Yoongi.

—De eso se encarga el tío de Jimin —me limito a responder.

—Bien, quedamos así, no te pagaremos hasta que el cargamento esté en Japón —mi primo se pone de pie y observa al encargado del puerto.

—Hagan lo que les he pedido —todos se ponen de pie.

Escucho la voz de Dai cerca del cuarto, enderezo mi espalda y veo hacia a fuera.

—Quedamos así entonces —dice el encargado del puerto.

—Solo haz tu trabajo y todo estara bien —lo miro por unos segundos y luego veo hacia fuera.

—Dai, ven acá —escucho la voz del rubio.

—Lo haré, Jeon —extiende su mano derecha hacia a mí, lo veo por unos segundos y estrecho mi mano con la suya.

—Vamos, Nam —lo llama Yoongi, saliendo detrás del encargado.

The Black Angel FeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora