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Jeon acompaña furioso a Jin, necesita una explicación certera por la cual no gritarle a su amigo ya que, ha dejado solo a su lindo rubio.

—Dame una buena explicación para no enojarme más de que lo estoy —demanda.

—Tu pareja ha llegado y a que no adivinas. Ravi no ha dejado que ella entre, y la muy maldita está haciendo lo que mejor hace.

Jung se detiene.

—¿Y qué es lo que ella mejor sabe hacer? —pregunta Jungkook.

—Sus shows —acota Jin, llevándolo hasta la entrada del lugar donde se realiza la cena. —Mírala —señala hacia donde la mujer se encuentra.

—Es una maldita loca —bufa Jungkook, mientras ve como Hoseok, Namjoon y Ravi evitan que entre.

Jungkook se gira y observa como Jimin se acerca a pasos rápidos junto a Ryuu, hacia donde su madre se encuentra.

—¿Qué es lo que se supone que harás? —inquiere Jin.

—Negarlo todo —responde Jeon.

—Maldito infeliz —musita mientras sonríe, Jin.

—Suéltenla —ordena Jimin, cuando ha llegado a solo unos metros de distancia de su madre.

—Miren lo que ha traído el destino —Aiko baja su corto vestido y acomoda su cabello.

—¿Explícame qué es lo que se supone que haces aquí? —le pregunta el rubio con semblante serio.

—Vengo con mi pareja —vocifera con una sonrisa burlona.

—No veo a nadie a tu lado madre, al menos que las drogas te estén haciendo quedar como loca —contra ataca, Jimin.

—Mi pareja es Jeon —suelta orgullosa.

Jimin se gira y vame a Jungkook.

—¿Es eso cierto? —cuestiona el rubio a su amado pelinegro.

—La única pareja que necesito a mi lado eres tú —contesta Jeon.

—Será mejor que te vayas madre —le pide amablemente el rubio, luego de haber escuchado la respuesta de Jungkook.

Aiko observa a su hijo mayor de pies a cabeza, ve la Katana al costado de su cintura siendo sostenida por el cincho.

—Eso me pertenece —brama, señalando la Katana.

—¡No empieces a actuar como una desquiciada! —grita Tsubasa a la distancia, mientras se acerca a pasos largos a la entrada del lugar.

—Me has arrebatado todo. Maldito estúpido —dice alterada, Aiko.

—Lárgate —le ordena Jimin, empezando a enfurecerse.

—No, no me largare, esto no te pertenece.

La mujer se acerca de forma brusca a su hijo.
Jungkook se pone alerta al igual que Ryuu y Tsubasa.

—Nadie se meta —dicta Jimin.

Todos se quedan en sus lugares, pero no bajan en ningún momento la guardia.

—Esto, todo esto, hasta el suelo que tus pies pisan me pertenece por completo —le hace saber Jimin a su madre.

—Deja de querer llamar la atención niñito —se burla Aiko de su hijo.

—Niñito —se ríe Jimin con ironía. —Este niñito que está frente a ti, es el líder del clan Yakuza de Kobe, así que te pido más respeto cuando te dirijas a mí —la mirada de Park ha cambiado y esa mirada es completamente nueva para Jungkook.

Jeon lo observa fijamente, mira como la mano derecha la coloca sobre la empuñadura de su Katana, su mirada es serena, pero decidida. Es como si no tuviera temor de usar su filosa arma contra la mujer que lo ha traído al mundo.

The Black Angel FeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora