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Tokio/Japón


La pista de aterrizaje privada de los Yakuza de Tokio, está siendo escoltada por hombres de trajes, listos para responder ante cualquier ataque al sucesor.

Las gradas del Jet descienden y la puerta es abierta, el primero en salir es el segundo al mando de la Yakuza de Kobe.
Ryuu, baja los tres escalones y se queda de pie esperando por el rubio.

Dos japoneses bajan los escalones y hacen guardia junto a los demás Yakuza de Tokio. Jimin, sale del jet vistiendo informalmente un Jeans negro y una camisa del mismo color, con una chaqueta que le pertenece a Ryuu.

Su Katana enfundada y ceñida a su cintura, la caja de sus cuchillos en su mano izquierda, observa a todos de forma escrutiñadora bajo los lentes de sol que lleva puestos.
Baja las escaleras y cuando ha puesto sus pies sobre el asfalto de la pista, Ryuu, se acerca a él, y los japoneses que los acompañan los escoltan, mientras ellos caminan hacia la camioneta negra que los espera.

Cuando están por llegar, la puerta trasera de la camioneta se abre, Ravi los recibe con un rostro lleno de incertidumbre, dolor y mucha ira.

—Bienvenidos —los recibe.

Ryuu, asiente, pero el rubio por su parte le resta importancia.

—Entremos, pon nos al tanto en el trayecto —le pide Ryuu a Ravi, al ver que Jimin mantiene su rostro tenso, y no articula ninguna palabra.

Los tres entran a la camioneta, Ryuu, se sienta al medio de Ravi y Jimin, el conductor arranca y los dos japoneses y el coreano se mantienen en silencio.

—¿Encontraste a los culpables? —habla por primera vez el rubio.

—Están en eso, les pedí...

—Los quiero en ese restaurante —interrumpe Jimin—. Quiero que los lleven al restaurante.

Los dos japoneses se observan. Ryuu, asiente, y Ravi saca su celular para dar la orden que ha recibido.

Tanto Jimin y su mano derecha escuchan lo que Ravi les ordena a los Yakuza de Tokio. Ryuu, sabe sobre la ansiedad que el rubio siente por vengarse, puede sentirlo y percibirlo.

El viaje restante viaja en silencio respetando el luto y dolor que el rubio, intenta controlar.

La camioneta frena, el primero en salir es el conductor, cuando escuchan unos toques en la ventanilla, Ravi, abre la puerta derecha de la parte trasera y sale dejando solos a ambos líderes de Kobe.

—¿Estás listo? —le pregunta Ryuu al rubio.

—Claro que sí —responde.

El japonés sale de la camioneta, observa a un buen número de Yakuzas haciendo guardia, asiente dándole la confianza a Jimin para salir.

El chico sale y ve de forma rápida a todos los Yakuza, mira a Ravi y lo sigue cuando empieza a caminar hacia el restaurante, el mismo que aparecía en el noticiero.

Entran al restaurante y como es de esperarse, Ryuu, empieza a buscar algo que les ayude. Jimin observa el lugar, suelta un suspiro cuando ve el lugar en el que el cuerpo de su tío se encontraba, una pequeña mancha de sangre y la figura que los forenses han dejado le permite imaginarlo.

—¿Qué es lo que mi tío hacía en un lugar como este? —inquiere Jimin, mientras deja su maleta de cuchillos curvos sobre la mesa.

—Debe ser por ella —Ryuu se acerca al rubio con una fotografía en su mano.

—¿Quién es ella? —indaga Jimin, al observar a la mujer japonesa junto a su tío.

—Era su mujer —responde Ravi.

—¿Por qué estaba aquí? —vuelve a preguntar el rubio.

—Era el cumpleaños de su suegra, le dije que era mala idea venir solo, pero dijo que no quería incomodar a su mujer —contesta Ravi.

—Ella tiene que ver en esto.

El rubio camina hacia Ryuu, toma la fotografía y la observa por unos breves segundos.

—Ya están aquí —le informa un Yakuza a Ravi.

The Black Angel FeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora