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Washi se encuentra a unos cuantos metros de distancia de Jeon, lo observa de lejos.
Puede notar su impaciencia por algo, pero esa impaciencia se desvanece en el preciso momento que envía a una linda rubia, que le ayuda a Jungkook a despejar su mente.

Es una fiesta de clanes Yakuza, lo hacen para convivir y conocerse, pero los Ángeles Negros saben con exactitud con qué objetivo la fiesta se lleva a cabo.

Yoongi que se encuentra bailando con su pareja a un costado de la pista de baile, mira disimuladamente a su primo reír y coquetear con la rubia que el japonés le ha enviado.

—¿Qué sucede? —pregunta Taehyung, al escucharlo bufar.

—Mira a Jung —le pide.

Gira al castaño para que pueda ver a su primo.

—Es un imbécil —dice Taehyung, entre risas.

—Vuelvo enseguida —Yoon, intenta alejarse de su pareja, pero este se lo impide.

—Tranquilo, ya es demasiado tarde, amor —habla complacido el castaño, viendo la silueta de Jimin junto a Ryuu, abrirse paso entre la multitud.

—Le dije...

—Cálmate, amor. No es como que Chim sea un loco celoso como tu primo —el castaño abraza a su prometido.

—Tae, el rubio maneja una poderosa Katana, no intentes calmarme cuando está coqueteando como si no estuviese casado con el líder de los Ángeles Negros —habla de forma rápida Yoon, abrazando con sus brazos la cintura de su pareja.

—Bueno, yo solo pienso disfrutar esto. Además fuiste tú el que le dijo que le siguiera la corriente a cualquiera que se le acercara, ahora deja tu paranoia y disfruta de esto —le suguiere el castaño.

Jimin, por su parte, se siente un poco ansioso, puede sentir muchas miradas sobre él y sabe con exactitud que algunas no son por su forma sexi y provocadora de vestir. Puede sentir la tensión.

—Hola, dos wiskis en las rocas —escucha el rubio, al lado suyo.

No gira su rostro, se queda quieto por unos segundos observando las nueces que se encuentran en un pequeño plato.

—Toma, bebe —le pide el tipo de al lado.

Está vez, Jimin decide que es momento de girar un poco su rostro para conocer a la persona que lo está invitando a beber.

—Gracias, pero no lo pedí —habla por primera vez, Park.

—Yo invito. Me presento —dice el japonés, dejando el vaso de vidrio sobre la barra. —Washi —sonríe, extendiendo su mano derecha hacia Jimin.

El rubio, lo mira por unos segundos breves, sonríe levemente y luego asiente.

—Jimin.

El rubio corresponde al saludo del japonés, juntando sus manos en un apretón.

—Es curioso ver a un surcoreano siendo líder de un clan Yakuza —comenta Washi.

—Así parece —le sigue la plática, Jimin.

Toma el vaso que contiene wiski, se gira un poco y se queda estático por unos segundos intentando procesar lo que sus ojos están viendo.

—Gracias por el trago —eleva un poco el vaso y luego bebe el contenido de un solo sorbo.
—Iré por mi pareja —coloca el vaso vacío sobre la barra.

Se gira sobre sus talones, luego de dar tres pasos, Jimin se retira su saco de forma provocativa dejando asombrados a algunos cuantos hombres a su alrededor.

The Black Angel FeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora