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Narradora


El silencio entre todos es grande, Jimin poco a poco empieza adentrarse al templo con más curiosidad dentro de él, y con muchas ganas de saber los secretos que guarda ese pequeño y abandonado templo.

—Vacío —susurra Park, observando el lugar.

—Buscare en la pared, estoy seguro que es aquí —habla Ryuu, alejándose de Jimin y Yoongi.

—Eso es sangre —duda el rubio, alzando su mano izquierda y señalando la pared que se encuentra frente a ellos con su dedo índice.

—Es lo mismo que está en la habitación de tu abuelo —menciona Yoon, recordado las palabras que están inscritas sobre la pared.

—¿Es broma? —espeta incrédulo, Jimin, observándolo seriamente.

—No rubio, es en serio. La historia de tú tatuaje me está volviendo loco —confiesa Yoongi. —Es lo mismo, sangre de mi sangre, la pluma del ángel negro, la leyenda dice —repite Yoon, leyendo lo que está inscrito en la pared del templo con sangre.

Mientras Yoongi ve la pared. Jimin, baja su mirada al suelo y observa algo que lo deja sorprendido.

—Yoongi, Ryuu —llama la atención de ambos.

—Sí —dicen al unisonó, observando a Jimin, el cual, tiene su mirada clavada en el suelo del templo.

—Miren esto —señala el suelo con su mano derecha.

—Lo encontraste —dice feliz, Ryuu.

—Es tu tatuaje —musita Yoon, observando el hermoso dragón acompañado por plumas a su alrededor.

—Sí que lo es —articula con dificultad, Jimin.

—Escúchame, rubio —le pide Ryuu, llamando la atención del menor. —Ahora entenderás porque tu madre te quiere y porque somos valiosos —le recuerda el japonés.

—¿Qué debo hacer? —inquiere Park.

—Ni idea rubio, lo que tu abuelo te heredo esta aquí, pero no tengo idea de lo que debes hacer —contesta Ryuu.

—Ok —suelta un suspiro, Jimin.

El rubio, observa el enorme dragón que está en el suelo del templo, cuando logra tranquilizarse y enfocarse, se percata que hay letras en algunas partes del dibujo.

—Son letras —gesticula Park, señalando las distintas partes en las que logra verlas.

Ryuu y Yoongi se alejan para dejar que Jimin descubra todo por sí solo.

—¿Qué dicen, Jimin? —pregunta Ryuu.

—No lo sé —el menor se acerca al dragón que yace dibujado en el suelo. En el pecho del dragón se encuentra grabado el primer nombre. —Es el nombre de mi abuelo —confiesa Jimin.

Da unos cuantos pasos hacia abajo del cuerpo del dragón y justo en las garras de este a un costado se encuentra plasmado otro nombre.

—¿Qué dice? —pregunta esta vez, Yoongi.

—Es el nombre de mi tío —alza su voz el rubio.

—Bien, ahora entiendo —dice Ryuu.

—¿A que te refieres? —indaga Yoon.

—Es lo que el dragón representa —explica el japonés.

—Oh, que bien, que interesante explicación —dice Yoongi, molesto.

—Basta, ambos —los regaña Jimin, mientras observa una silueta de lo que parece ser un pequeño ángel al lado del enorme dragón. —Es el nombre de mi madre —informa el rubio.

Jimin, ve el sinfín de plumas dibujadas en el suelo, pero hay una que llama su atención en específico. El centro de la pluma brilla y sin dudarlo camina hasta esa pluma que llama su atención y despierta su curiosidad.

The Black Angel FeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora