Esencias Mágicas [Completa]

38.Convergencia

Después de correr al último sitio del templo no necesitaban al cien por ciento la ayuda de Sarah, ya que las piezas anteriores eran custodiadas por grandes habitaciones o zonas con más trampas, de modo que sería muy fácil saber la tercera pieza.

— Kenny, me surgió una duda...

— Dímela, Luna.

— Si nosotros ya tenemos la mayoría de las piezas ¿por qué los Bloodfire pelearán? ¿cuál es entonces su objetivo si ya perdieron?

— No lo sé hermanita, pero no hay que bajar la guardia por eso.

Richard los escuchaba y realmente quería terminar este partido, así que usó la misma técnica que Sarah.

— Intentaré buscar la pieza desde aquí.

Kenny lo escuchó y vio como se estaba sentando en el suelo cruzando sus piernas— sólo intenta no llamar mucho la atención, es muy seguro que los del otro equipo nos den una emboscada —.

Descubrió el artefacto enterrado, estaba en una gran habitación que parecía una piscina, pero de arena, y antes de salir del trance detectó dónde estaba el nido de las serpientes taladro, la pieza se encontraba exactamente dentro de ese nido.

— Buenas y malas noticias —dijo richy.

— A ver, la mala — le preguntaba Lunaris.

— Ya encontré el resto de las serpientes taladro.

— Excelente, será mejor mantenernos alejados de ellas —al escucharlo Richard agachó la cabeza, entonces Kenny vio su reacción y lo supuso, después de todo, él es el experto en estos casos— ...la pieza esta dentro del nido, ¿cierto? —.

— Sep.

— Maldita sea.

— Ahora tenemos dos problemas: los tontos de fuego y las tontas de arena — richy se quejaba, y Luna después de escucharlos dijo.

— Hay que pensar en un plan, chicos.

Richard estaba sólo, entrando por la puerta principal de la habitación, al entrar vio que había una cascada interminable de arena, la habitación era un gran cuadrado, dentro de las cortinas de arena estaba una rampa por parte de los cuatro lados que llevaba al dichoso nido de serpientes y justo entre todo ese espagueti serpentino había un cofre. 

El chico alargó su pie para dar un paso lentamente en la losa de arena y no tardó en desmoronarse tan pronto soportó el peso de la punta del pie. Desde atrás se congeló el suelo por Lunaris y siguieron avanzando.

— Si no puedes hacer algo, pídelo. Recuerda, trabajo en equipo.

El chico los siguió y pasaron por la cascada de arena. Dentro de ese lugar había escaleras que llevaban a un pedestal con un cofre que presumía tener la pieza, pero las serpientes ya no estaban, bajaron las escaleras y abrieron el cofre, no tenía nada.

— ¡Es una emboscada! 

Gritó Kenny, entonces un estruendo se escuchó en el techo y sonó a cristal rompiéndose, comenzaron a caer decenas de serpientes taladro y estaban rodeándose cada vez más, las serpientes individualmente no significaban una amenaza, pero descuidarlas definitivamente sería peligroso.

La chica arrojó escarcha a los lados y Kenny hizo lo mismo en los faltantes, terminaron congelando las serpientes y dejando una resbaladilla de cuatro lados que llegó a la cascada de arena, al mirar arriba vieron como la arena se estaba metiendo por el hielo de los darkfrost hasta llegar a sus pies.

— ¡Hay que salir de aquí rápido! —ordenaba Luna. Encajó su mazo en el hielo para hacer escalones y que los demás empezaran a subir.

— ¡Aquí es donde nosotros entramos!