Esencias Mágicas [Completa]

123.Impacto Impulsivo

Lía terminó la llamada, se sentía impaciente desde casa de sus tíos, e inmediatamente después de colgar esa llamada recibió un mensaje de Bleysi:

"Revisa la cosa que salió en terreno gríseo, recopila información y después me informas, solo a mí. Seguramente no es grave y los débiles gríseos no pueden quitar el polvo."

Después de leer eso se sintió tranquila, sabía que su maestra no la dejaría sola, se preparó con Todder y Orión, para hacer una exploración a esa estructura esa noche junto con Fargon y Gober.. . .En un programa que era poco visto, pero de los que le llamaban la atención a Gober, tocaron el tema de las Torres negras, y el muchacho le subió al televisor para escucharlo.

El señor del programa comenzó a hablar directamente del tema, considerando que evidentemente todos sabían.

"—Las torres negras, aquellas estructuras que desafían la comprensión, emergen del suelo como vestigios de un pasado olvidado o tal vez, como heraldos de un futuro que jamás imaginamos. Se yerguen majestuosas y amenazantes, rodeadas de fuerzas que debilitan tanto el cuerpo como el espíritu. Y en su aparición, se nos obliga a confrontar algo más que su misteriosa naturaleza; nos enfrentamos a nuestras propias limitaciones como especie.

Desde tiempos ancestrales, el ser humano ha teorizado sobre energías invisibles, fuerzas que subyacen en el universo, no siempre tangibles, pero siempre presentes: la gravedad que rige los astros, el electromagnetismo que une y separa la materia, el calor que fluye, la luz que ilumina. ¿No es acaso plausible que haya energías aún no comprendidas por nuestra ciencia, vibraciones o potencias que provienen de fuentes que escapan a nuestra limitada percepción? Las torres nos obligan a reconocer lo diminuto que es nuestro conocimiento frente al vasto misterio del cosmos.

Sin embargo, lo que me resulta más inquietante no es la existencia de tales energías, sino la duda sobre si el ser humano, tal como somos ahora, es capaz de controlarlas. ¿Podríamos alguna vez manejar estas fuerzas o estamos condenados a ser testigos impotentes de su manifestación? La naturaleza misma, a lo largo de los siglos, ha demostrado que existen poderes más allá de nuestro dominio: terremotos, tormentas, el fuego de un volcán. Y si estas energías, tan evidentes y devastadoras, escapan a nuestro control, ¿Qué nos hace pensar que podríamos dominar aquellas fuerzas más sutiles y arcanas que tal vez residen en el núcleo de estas torres negras?

Y aquí surge la verdadera cuestión: ¿es el ser humano una criatura capaz de manifestar, canalizar o incluso ser una fuente de estas energías? Si tal capacidad existe dentro de nosotros, hemos sido ciegos a su presencia o negligentes en su despertar. Algunos, tal vez, crean que la magia o la manipulación de fuerzas elementales es un mito; pero ¿acaso no lo fueron también los fenómenos eléctricos antes de ser comprendidos?

Quizá estas torres no sean simples construcciones, sino testigos silenciosos de que nuestro mundo es parte de un tejido de energías que van más allá de lo físico. Y si eso es cierto, entonces debo preguntarme: ¿Qué papel jugamos nosotros en todo esto? ¿Somos simplemente espectadores en un universo más vasto y extraño de lo que creemos, o hay dentro de cada uno de nosotros la chispa de algo más, algo que nos conecta a estas fuerzas, algo que todavía no sabemos cómo encender?"

El filósofo se detuvo, sus pensamientos no eran solo una reflexión sobre lo que son las torres, sino una meditación sobre lo que podría ser la humanidad misma, y si el despertar de ese conocimiento podría salvarnos o destruirnos.

Gober quedó impactado, "sería fantástico que todos vieran esta reflexión", pensó. Sin embargo, era decepcionante para el saber que el ser humano no consideraba nada serio a no ser que tentara su vida.

Salió de su casa con esos pensamientos en dirección a casa de Lía para comenzar con la exploración.

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