Esencias Mágicas [Completa]

24.Necesitamos Esperanza

— ¡Ya no aguanto esto! —Estampó las manos en la mesa y se fue de la junta de los altos mandos.

— Parece que a Lía no le agradó del todo nuestra idea —comentaba Cleir un poco preocupada y temerosa de lo que la chica podría hacer en medidas desesperadas.

Emprendió caminata saliendo de la academia, con su gran mochila para viaje, sin compañía, pasando por el bosque del sátiro que tan pronto vio a la chica éste le siguió el camino— ...No preguntes el por qué —.

— ¿Estás preparado? —.

— Por supuesto que sí, siento que estoy en deuda después de que me ayudó.

— ... y que lo digas —tomaron ruta por las ruinas oscuras que les serviría como refugio para continuar su viaje y vieron a su madre y su padre en las afueras.

— Hija, ya sabíamos que estarías por aquí.

Claro que sus padres no la dejarían ir sola. El problema era la quinta persona que no estaba del todo confirmada.

En las afueras de las ruinas se encontraba una cabaña casi destruida, pero era evidente que alguien vivía ahí, sobre todo por las botellas de alcohol sin rumbo alguno, regadas, y la basura en montañas.

— Sin duda este es su basurero...

Afirmaba Lía tras llegar a la casa de su hermano— pero ¿cómo esperas que nos quiera ayudar?, ni ebrio nos ayudaría —negaba su madre tras saber que Lía quería a Todd para algo en particular.

Para hablarle Lía gritó un gran y amplio.
— ¡¡IDIOTAAAA!! —.

El joven sale muy entusiasmado y de alguna manera en confusión por la visita— ¡Vaya! pero si son los Bloodfire y su mascota... lástima que no preparé la cena para cinco —.

A lo que el sátiro le responde— ¡cuidado con lo que dices, vago de mierda! —.

— ¿A quién llamas vago? tu... cabrita...

Los dos se echaban rayos desde sus frentes y Lía les interrumpe— ¿ya van a dejar de llorar? en especial tú, Todder.

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En las cavernas más olvidadas de la Antártida el ente se acercó al capturado— nunca sabrás la responsabilidad del lux carrier... es algo que un niño como tú no debería tener en su vida —.

Ya capturado no podía hacer nada, eran fuertes sus habilidades pero ninguna lo suficiente como para detener a ese demonio, ni mucho menos para regresar en el tiempo, aunque tal vez esto sería inevitable de igual forma.

— Y ¿qué pasará conmigo? ¿seguiré con vida?

Estaba resignado, después de todo no tenía nada de motivación como para enfrentarle.

— Formarás parte de la cadena alimenticia para los gusanos y larvas, mientras que tu cuerpo se mueve a mi voluntad, obedeciendo mis mandatos hasta que tus articulaciones no respondan por descomposición.

Terminó de helarse la sangre cuando escuchó su sentencia.
Entonces se puso en cuclillas extinguiendo toda esperanza en su cuerpo.

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En las afueras de la academia todo estaba devastado, los jardines, los muros, los portones, estatuas y monumentos de mas. Dentro había un cráter desde lo más profundo que había hecho Káizer para escapar.