Después de la conversación con su profesor, salió del pasillo rumbo a su casillero. La escuela normalmente era tranquila, pero esta vez era escandalosa sin razón. Su migraña era imposible de ignorar.
—¡Hola, Rich! —recibe un manotazo en el remolino de su cabeza y éste voltea aturdido. Fargon, el matón de la escuela, quería sangre; ese día los maestros lo castigaron por molestar a sus compañeros.
—¿Qué haces, Rich? ¿Por qué tan callado, Rich? ¿Te hiciste pipí, Rich?
Para Richard su tono era demasiado irritante; parecía un cavernícola balbuceando. Desde la secundaria, todos los días sin falta, recibía acoso escolar y agresiones de su parte. Era costumbre para él sobre llevar sus agresiones, sin embargo, Richard tenía menos paciencia con su mente irritada.
En fracciones de segundo se estremeció, llegando a su límite. Su brazo se iluminó y se cubrió de un color amarillo. Después empujó al mastodonte, lo logró tumbar al suelo y aturdir; tal vez se excedió, se preguntaba qué había sucedido, pero estaba más preocupado de haber sido visto por un profesor.
Dejó de sentir cosquillas en su brazo y caminó velozmente, alejándose del sitio asustado y esperando que ningún maestro lo detuviera. Fargon terminó callando y negando lo sucedido, ya que sería admitir que alguien lo logró lastimar, y significaría mala reputación para el matón.
A lo lejos Richard pudo escuchar a un chico gritar de la emoción:
—¡Por Dios, miren a Fargon en el suelo, es histórico este evento!
Y por supuesto las voces dieron comienzo a un ruidoso mercado de abastos.
Entró a la cafetería para sentarse y masajearse la sien por el dolor en su cabeza. Es visto por otro chico y le pone una palma en su hombro.
—¡Hey! Que Fargon recibió un poco de Richard's Might, ya está en todos los pasillos, amigo.
Gober, el mejor amigo y único del chico, sabía cada detalle gracias a la confidencialidad de la escuela.
—Exageran en todo lo que te digan. Ni siquiera tengo fuerza. —dijo Richy, excusándose con la cabeza abajo.
Gober le replicó:
—Pero lo hiciste, y hace rato lo vi en el suelo. No está feliz ni tampoco le hiciste cosquillas.
—Gober, no tengo idea de cómo lo hice. Solo lo golpeé y por Dios santo que no tenía esperado ni siquiera abanicarle su playera; debe estar enfermo o debilitado.
—Pégame en el hombro y veamos un poco de fuerza. —lo decía motivando al contrario, como si sentir dolor fuese placentero.
—Nel, estás menso, Gob.
—Vamos afuera, busquemos un árbol, ahí al menos me reiré de lo flácido que eres.
Guiñándole el ojo, convenció fastidiosamente al chico y emprendieron caminata al patio mientras que las voces no dejaban de escucharse.
>Mira, el chico que golpeó a Fargon. Debe practicar karate.<
>¡Wow!, chico, no te me acerques que me matarás.<
Richard volteaba en todas direcciones averiguando de dónde o de qué persona provenían esas palabras, pero solo veía gente mirándolo.
—¿Los oyes...? —le preguntaba a Gober, mientras que al frente el chico pelirrojo le negaba.
—Nop. ¿De qué hablas, bro?
—De las voces.
Gober pensó que estaba burlándose o jugando una broma y lo pasó por alto. Llegaron al árbol más alejado del sitio, el más viejo, uno duro de cojones, y Gober empujó al chico al frente.
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Esencias Mágicas [Completa]
FantasySumérgete en un mundo donde los hilos del destino están tejidos con hechizos ancestrales y secretos oscuros. En 'Esencias Mágicas', la magia cobra vida de manera asombrosa, entrelazando las líneas entre el bien y el mal. En un reino donde la magia e...