Esencias Mágicas [Completa]

124.La Magia Existe

Los murmullos en la sala eran apenas contenibles. Los líderes se miraban unos a otros, buscando en los ojos de los demás algún indicio de que aquello fuera un truco, una edición, algo que pudiera explicarse con la lógica. Pero sabían que no era así. Cada segundo de la grabación estaba certificado, inalterado. El miedo palpable en el aire se mezclaba con una creciente sensación de inseguridad. Estas personas, quienesquiera que fueran, tenían el poder de destruir. ¿Pero serían capaces de algo peor?

El moderador de la ONU, con una expresión sombría, fue el primero en hablar. Su voz rompió el silencio pesado que se cernía sobre la sala.

—Señores, lo que acabamos de presenciar es, sin lugar a dudas, un evento sin precedentes en la historia de la humanidad. Tenemos dos cuestiones urgentes: ¿Qué son esas criaturas? ¿Y cómo debemos manejar la existencia de individuos que claramente dominan habilidades sobrenaturales? —La tensión en su voz traicionaba su compostura habitual—. Abrimos el debate. ¿Qué medidas debemos tomar ante esta revelación?

El representante de la CIA, un hombre conocido por su implacable frialdad no tardó en tomar la palabra con voz firme.

—Esos dos jóvenes, quienesquiera que sean, deben ser considerados tanto como una amenaza como un recurso potencial. No podemos ignorar el hecho de que destruyeron a las bestias con facilidad. —hizo una pausa, dejando que el peso de sus palabras cayera sobre la sala—. Propongo que seamos proactivos: contactemos a estos individuos y les ofrezcamos una alianza. Si cooperan, podrían ayudarnos a entender y manejar esta crisis. Debemos aprovechar esta oportunidad.

Al otro lado de la sala, el representante de Rusia, Kristof, alzaba la mano con seriedad, su expresión era rígida como una estatua.

—Estamos hablando de personas que podrían ser peligrosas —dijo con un tono gélido—. Si tienen la capacidad de controlar fuego, ¿Quién sabe de qué más son capaces? Si no los controlamos ahora, podrían volverse contra nosotros. No podemos simplemente pedir su ayuda de forma amistosa. Debemos usar nuestra fuerza y detenerlos si es necesario.

El representante de China, con los ojos entrecerrados, miraba a sus colegas internacionales antes de intervenir, su tono era calmado pero calculador.

—Debemos considerar la posibilidad de que este tipo de energía o magia pueda replicarse, o incluso ser utilizada como arma. Estamos ante el nacimiento de una nueva era de poder, y no podemos quedarnos atrás. —Su voz era un susurro peligroso—. Debemos capturar a estos individuos, interrogarlos y aprender de ellos. De lo contrario, nos arriesgamos a quedarnos atrás en una nueva carrera armamentista sobrenatural.

La discusión subió de tono rápidamente. El representante de la Unión Europea, con el rostro encendido por la indignación, no pudo contenerse más.

—¡Esto es una locura! —gritó, golpeando la mesa con el puño—. No podemos tratar a estos jóvenes como criminales o enemigos desde el principio. Necesitamos abordar este tema con diplomacia, entendimiento y cooperación. Si actuamos con agresividad, podríamos desencadenar una respuesta hostil y perder toda oportunidad de encontrar soluciones pacíficas. Deberíamos buscar su ayuda para lidiar con las torres.

El ambiente estaba cargado, con los nervios a flor de piel, hasta que el moderador, Roderick, se levantó lentamente de su asiento. Sus manos temblaban ligeramente, pero su rostro mantenía una seriedad impenetrable.

—Ellos han estado más cerca de lo que creen durante siempre —dijo, sus palabras resonaban en la sala como un eco inquietante.

Kristof, el ruso, frunció el ceño, su paciencia estaba al límite.

—¿De qué estás hablando? —espetó.

Jeffry Adams, el representante de la CIA y viejo amigo de Roderick, lo observaba con preocupación creciente. Conocía a Roderick desde hacía décadas, y lo que estaba viendo en su viejo camarada lo ponía en alerta. Algo estaba a punto de cambiar radicalmente.