Esencias Mágicas [Completa]

105.Cambio De Enfoque

Por otro lado, Donovan Milán, con su vehículo blindado y su mente táctica, se enfrentó a las curvas en S con un enfoque diferente. Su estilo de conducción reflejó su experiencia militar: analítico, disciplinado y calculador. Sabía que la clave aquí no es simplemente seguir la mejor línea, sino anticiparse a los movimientos de los demás y ajustar su estrategia en tiempo real.

A medida que entraba en la sección, su vehículo no tenía la fluidez de Gareth, que también lo seguía de cerca, pero compensaba con fuerza y constancia. Cada curva era una oportunidad para aprovechar el peso y la estructura robusta de su coche militarizado. Donovan no tenía miedo de frenar un poco más para asegurarse de que su vehículo tomara la curva con la máxima estabilidad. Su enfoque era calculado, y su vehículo parecía devorar las curvas con una disciplina férrea.

—Curva 1, mantente firme. Curva 2, acelera... —murmuraba Donovan, como si estuviera recitando un plan de batalla.

Donovan no era el más rápido en las curvas, pero era eficiente y constante. Sabía que su mayor ventaja estaba en su capacidad para adaptarse a las situaciones inesperadas, y siempre estaba listo para ajustarse si las condiciones cambiaban.

Con su naturaleza metódica y refinada, Gareth abordaba las curvas en S como si fueran un juego de ajedrez en movimiento. Cada giro estaba premeditado, cada ajuste del volante estaba calculado con precisión, y su uso del freno era milimétrico. No se trataba de velocidad pura para él, sino de equilibrio perfecto entre velocidad y control.

A medida que Gareth entraba en la primera curva, no había duda en sus movimientos. Dejaba que su vehículo fluyera de una curva a la otra con suavidad, casi como si su carro y él fueran uno solo. Su coche seguía la línea ideal sin derrapar ni un milímetro. La transmisión de su motor respondía a su control exacto del acelerador, manteniendo la velocidad lo suficientemente alta como para ser competitivo, pero no tan alta como para arriesgarse a perder el control.

Gareth murmuraba para sí mismo, con la confianza de un maestro:

—Control. Precisión. Esta pista no perdona a los apresurados.

Su vehículo parecía deslizarse entre las curvas con gracia, casi como si no hubiera esfuerzo alguno. Su concentración era tan intensa que ni siquiera parpadeaba. Cada curva era un desafío personal, una prueba de su propia habilidad técnica. Fue así como los más disciplinados de la carrera lograron pasar a Todd de largo.

—Parecían una danza de cisnes esos dos, Clyde.

—En efecto, Tom, ese dúo es de cuidado y Todder tuvo la mala suerte de enfrentarlos en ese obstáculo, espero que logre reponerse.

Todd estaba perdiendo la paciencia y lo peor de todo es que en su cabeza se repetía el que tenía que pasar por ahí otras dos veces más.

—Todo a su paso, hermano. Apenas es la primera vuelta.

Una voz de su transmisor le habló, era Chester, desde los pits.

—Es el circuito más aburrido que he visto —decía Todd, renegando.

—Talvez no tienes el conocimiento, ni la disciplina, pero tú tienes tu capacidad de adaptación más desarrollada que cualquier persona que conozco, solo no te rindas —le aconsejaba su amigo.

—Está bien, tomaré esta vuelta como ignición, probablemente me vaya hasta el octavo, pero después haré mi magia.

—Es parte de tu esencia, bro.

—Gracias por confiar.

Los dos guardaron silencio y Todd cambió completamente su enfoque, su error era cargar con todo el peso de la carrera en una vuelta, se comenzó a relajar, memorizando las habilidades que se tenían que realizar: en el primer obstáculo la precisión, en los túneles la disciplina, y aguardaba para lo que estaba por venir.