48.La Determinación Hecha Persona

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El chico recordó el momento antes de matar a Clara, el odio incontenible que le tuvo por asesinar a Lizardi, sintió compasión por Dante, él estaba haciendo fuerza para que Luxy no escapara, y tenía una sonrisa y una mirada de alivio porque la amenaza de la ciudad sería neutralizada. Decidió terminar con su vida, de forma rápida, apuntando a su cabeza, concentró inmediatamente el ataque de cerca y la luz entraba por los ojos de Dante, se desintegraba su piel y por otro lado Luxy estaba gritando de dolor aberrante, pero Richard estaba con Dante, llorando, empapado en lagrimas, pero orgulloso por el último decreto del alcalde, el cuerpo del hombre dejó de forsejear, y su corazón dejo de latir, el ataque consumió la mitad de su cabeza.

Lía y Cloud se acercaron al lugar y quedaron en silencio. La chica sentía un poco de lástima, pero debían de moverse rápido para atender su pierna rota.

Richy estaba por subir a Cloud, cuando es embestido por una fuerza oscura.

-No querrás dejarnos sólos, ¿o si, Richard?

Sentía tristeza por Dante, pero lo dejó para después, ya que Gast aprovechó el momento correcto para atacar. Se lo llevó volando entre los edificios y Cloud emprendió vuelo también, Richard estaba mas preocupado por chocar con los edificios que el salir herido y estuvo moviendo a Gaster para evadirlos, recibió un golpe del oscuro, que lo aturdió al instante, pero seguía enfocando su atención al vuelo, el enemigo cambió ángulo y decidió caer en picada, azotando al muchacho contra el pavimento mientras que el tenebris traspasó el suelo. Richard exhaló aire por el impacto y su espalda le dolía a montones, se quedó viendo al cielo, imponiendose un momento de tranquilidad teniendo en su cabeza la señal de alerta de un tenebris queriendolo matar.

Se intentó poner de pie, y recibió un golpe en el abdomen, continuó levantandose y otro ataque conectó con su rostro, derribandolo de nuevo.

- ¿Entonces no me debo levantar? -dijo Richard confundido, ya que cuando se movía éste recibía golpes-. De ninguna manera, Gast, Lía esta incapacitada, debo llevarla a que se recupere, no pienso matarte, puedes acabar conmigo si quieres, no quiero quitarle la vida a Blast.

Entonces multiples golpes fueron conectados a su rostro, la sangre escurría en el mentón, comenzaba a temblar, cayó de rodillas, se sostuvo de caer al suelo con sus brazos, entonces recordó que tenía este nuevo poder, ¿ahora puedo usar la energía de ellos? se preguntó, pero no podía interactuar con su cuerpo, sus músculos estaban cansados y atrofiado por la caída, su vista se nublaba, cerró los ojos y esperó el último golpe, lo que quería era que su compañera estuviera a salvo, y Cloud se encargaría de eso.

Enseguida sintió calidéz frente a su cuerpo, se confundió, normalmente pintaban a la muerte fría, así que abrió los ojos y vio al tenebris con el rostro en llamas, parecía que la fuente del fuego venía de él mismo.

-¡¡¡NO DEJARÉ QUE LE QUITES LA VIDA A NADIE!!!

Esa voz era de Blast, completamente desgarradora, tomando control de sí mismo alejándose de Richard, el cuerpo del huésped cayó al suelo -... lo que no entiendes es que no importa cuantas veces me quieras detener, yo siempre voy a tomar el control de nuevo -.

-En ese caso -se puso de pie con mucho esfuerzo -. Necesitamos hacer algo al respecto...

Caminó muy tranquilamente a una banca de cemento cerca de ahí y se sentó. Sintió nostalgia por todos los años en los que le impedían demostrar que tenía un poder y determinación superiores o mínimamente suficientes, talvez se le notarían las lágrimas, pero por lógica no se podían mantener, no había gritos, solo un hombre viendo el cielo. Hizo una mueca, que se convirtió en una sonrisa de satisfacción, al recordar lo de los escarabajos de estiércol. Se sintió agradecido por que Richard llegó para brindarle la oportunidad de comprobar lo que siempre quiso, demostrar lo que siempre tuvo y, en términos de su amigo, Richy le dio una bola de caca para que la pudiera llevar a su destino, el destino que siempre quiso cumplir.

Todo este tiempo su cabeza estaba en llamas, recargó sus brazos en el respaldo y miró al cielo, casi no parecía que un Tenebris estaba intentando controlarlo y que su cabeza estaba siendo consumida por el fuego, su fuerza de voluntad fue la más grande que Richard pudo apreciar con sus ojos. Y en un pestañeo el fuego se expandió en todo el cuerpo.

-El día es perfecto, ¿no es así Richard...?

-Si, -Richard lo vio, pero no con angustia, coraje o preocupación. Lo vio con orgullo y plena felicidad al escuchar el tono en que dijo sus palabras. No hizo otra cosa más que acompañar a su amigo-. Es maravilloso, Blast.

La cabeza del hombre sentado se desprendió de sus hombros hacia atrás y en el aire se convirtió en cenizas, el resto del cuerpo se quedó encendido y minutos después el fuego se amainó, Richard se sentó, en esa banca, justo al lado de su compañero, recordando lo que le contó aquella noche.

"Tu destino aún no termina".

Tomó una pizca de la ceniza y la puso en un pequeño frasco que pidió de Lía, se levantó y se fueron del lugar.

Había pasado una semana desde la muerte de los héroes de Pyronia, los habitantes les rindieron homenaje forjando unas estatuas de acero: Dante de pie con la frase grabada a sus pies que decía "El Corazón Me Arde" y Blast sentado con su frase "La Determinación Hecha Persona".

Richard estaba de luto con su amigo, sentado al lado de la misma banca donde perdió la vida.

-... Y después vamos a regresarnos a la academia y ver que todo esté en orden. Ya tengo que irme, adiós. Te extrañaré, gran amigo.

Se puso de pie y Cloud bajó por él, ya por fin tenía su preciado permiso para dragones.

Bleysi se despidió de los jóvenes y continuaba con su próxima tarea, buscar un nuevo alcalde.

Después de todas las pérdidas ese día a todos se les olvidó que existía una bodega llena de cajas con diamantes escarlata que estaba siendo inventariada por un hombre.

El viaje en dragón fue relajante, Lía ya casi estaba por recuperarse de la pierna.

Ellos no necesitaban hablar de las cosas, simplemente ya sabían como se sentía el otro, hacer preguntas de ese estilo incitaba a que Lía le respondiera cosas sarcásticas a Richard, sin embargo, no se incomodaban con el silencio.

Al llegar a la academia buscaron directamente a Cleir, que se encontraba en el jardín de Lizardi, regando y limpiandolo, no es que no tuvieran gente para hacerlo, es que se sentía muy bien haciendolo ella misma.

Entonces se acercaron los muchachos y la mujer los recibió con un gran bienvenidos muy cálido, pero se le bajó la presión y tuvo que tomar asiento al ver a Lía en muletas y energía tenebris y magia starlight en los brazos de Richard.

Fueron a la oficina de Cleir y le habló a dos alto mando, Transper y Dapne, para que comenzaran con la investigación de los poderes del muchacho.

-Será inestable -dijo Dapne analizando el brazo izquierdo de Richard, Transper estaba tomando pulso y tocando la mano sana del chico.

-Yo lo veo muy normal -mencionaba Transper -. Su pulso no ha cambiado y la energía de los tenebris no nos daña ni lo consume, no se extiende más allá de su brazo.

-Si, en eso tienes razón, pero realmente no sabe como usar esa magia, ¿o si sabes, muchacho?

-No, en ningún momento pensé que tendría esto, pero de lo que si estoy seguro es que necesito mucha fuerza de voluntad para controlar esta energía, puedo sentir como tiene deseos de consumirnos.

-Tendrás que venir con los Darkfrost, en nuestra basta biblioteca tenemos resguardados los hechizos y conjuros que los tenebris usan en la actualidad, fueron muy útiles para esta guerra y su combate, además se sabe que las generaciones pasadas de los Darkfrozt eran Tenebris también, pero se redimieron y fueron aceptados por el consejo.

Esencias Mágicas [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora