Esencias Mágicas [Completa]

107.Al Menos Lo Intentaste

El punk, que hasta entonces había avanzado con agilidad y sigilo, sintió la presencia de Todder detrás de él. No lo subestimó, pero tampoco esperaba que Todder se acercara tan rápido. En las curvas en S, Reaper mantuvo su estilo ágil, cortando los giros como si su moto fuera una extensión de su cuerpo. Sin embargo, Todder había perfeccionado su técnica, y no solo igualó el ritmo de Reaper, sino que lo superó, gracias al torrente de adrenalina y motivación que tuvo al superar al dúo disciplinado en su propio juego.

A la salida de una curva cerrada, Todder anticipó el giro antes de que Reaper pudiera siquiera reaccionar. Con una aceleración explosiva y una trayectoria limpia, Todder salió disparado por el lado externo de la curva, aprovechando una pequeña ventaja de terreno. Reaper no tuvo tiempo de reaccionar y le concedió el puesto. El motociclista notó en los ojos de Todder algo muy explosivo. Tenía la mirada de la victoria. La pasión que Todd emanaba era electrizante. En un arranque ignífugo, Todder explotó en velocidad por lo que había demostrado en ese obstáculo, preparándose para las mesetas.

—¡Todder deja atrás a Reaper con una maniobra asombrosa en las curvas en S! —gritaba Tom, que en esa última sílaba se le había desafinado la voz, dando a entender que ya había gritado demasiado.

Reaper, sorprendido pero respetuoso, simplemente lo vio pasar. Sabía que Todder había estudiado el circuito, y ahora estaba cosechando los frutos de su paciencia.

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En la zona de prestigio de los espectadores, estaba Lía, sin despegar los ojos del Fireclaw, viendo en los paneles el desempeño de su hermano, sus ojos brillaban de admiración. Orión estaba acostado en la barandilla, alternando entre el panel de la carrera y la nueva expresión de su dueña.

—¿Enserio Todd está manejando esa cosa? —preguntaba el gato, muy crédulo, sin asimilar que el hermano de Lía fuera capaz de eso o algo similar.

—Si, ahí va dentro —respondía su hermana, con una sonrisa y energía emocionante.

—Y ¿Crees que gane?

—Yo confío en él.

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Con Donovan, Gareth y Reaper ya superados, Todder enfocó su vista en el siguiente gran desafío: Ashlynn Emberford. A pesar de estar visiblemente agotada, Ashlynn seguía luchando con ferocidad. Su vehículo trazaba líneas casi perfectas en el asfalto, pero Todder había recuperado energías y su control era impecable. Ella sabía que Wyatt estaba pisándole los talones, pero no se había dado cuenta de que Todder ya se aproximaba con rapidez.

En el Laberinto de Mesetas, Ashlynn saltaba de una plataforma a otra, su vehículo aterrizaba con precisión, pero cada salto le costaba energía. Todder, por su parte, había perfeccionado la técnica. Cada salto era más eficiente, cada aterrizaje más controlado. En una de las mesetas más amplias, Ashlynn titubeó ligeramente, ajustando su vehículo tras un aterrizaje forzado. Ese breve instante fue suficiente para que Todder se lanzara a por ella.

Con una aceleración calculada, Todder saltó de una meseta más baja y aterrizó justo a su lado. Ashlynn intentó bloquearlo en la siguiente plataforma, pero Todder, con movimientos fluidos y precisos, la superó sin esfuerzo en el último salto, aterrizando antes que ella en la siguiente meseta. Wyatt solo vio al chico sin intenciones de molestar a los demás participantes, no tenías que ser profesional para identificar que la forma en la que Todd manejaba era impecable, pero él estaba solo, el chef sabía esa sensación mientras cocinaba. Él solo, con sus utensilios, sus ingredientes, sus artefactos, en la cocina. Talvez estaba rodeado de gente, comensales, camarógrafos y admiradores, pero Wyatt era uno con la cocina, de esa misma manera distinguió a Todder con la pista.