73.Doppelgänger

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La noche de la prueba del Gris Definitivo había llegado. El templo estaba envuelto en un silencio palpable, ya que los monjes fueron invitados por Thalos para espectar la prueba. Esa noche las sombras en las paredes estaban mas imponentes, como si fueran entidades vivas, susurrando palabras ilegibles. Richard se encontraba en el centro de la plaza principal, rodeado por los monjes, todos ellos en una formación circular. Thalos se acercó, tenía su expresión severa, pero con una chispa de respeto en sus ojos.

—Richard —dijo Thalos, con voz firme—. Has llegado al umbral final. La prueba del Gris Definitivo no es solo una prueba de tus habilidades, sino de tu alma. Debes enfrentarte a la manifestación física de tu miedo más profundo. Solo entonces podrás alcanzar el verdadero equilibrio.

Richard asintió, con su corazón latiendo fuerte. Los monjes regresaron a la puerta principal y se encerraron, corrieron para ver el exterior desde las ventanas, Thalos también entró y al escuchar el sonido de las grandes puertas cerrarse la oscuridad en los edificios pareció intensificarse, de las sombras emergió una figura, totalmente tangible. Era una réplica de Richard, pero con los ojos llenos de una oscuridad, rodeado de un aura llena de odio.

Representaba todo lo que Richard temía: el fracaso del pasado, la pérdida del control de sus emociones, la incapacidad de proteger a los que amaba, la ausencia de sus seres queridos, la incertidumbre de los nuevos miedos por venir, pero sobre todo su inseguridad por los futuros fracasos.

Representaba todo lo que Richard temía: el fracaso del pasado, la pérdida del control de sus emociones, la incapacidad de proteger a los que amaba, la ausencia de sus seres queridos, la incertidumbre de los nuevos miedos por venir, pero sobre todo...

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Juzgó al muchacho, moviendo el ángulo de su rostro— ¿Te crees capaz de superarme? —susurró la figura oscura, con una voz que resonaba como un eco dentro de sus propios pensamientos—. Eres solo un reflejo de mi, no llegarás a ser suficiente.

Richard se preparó, tomando una postura defensiva. La figura avanzó lentamente, y en ese momento, sintió una ola de viento y desesperación, sus latidos aumentaron, como si estuviera atrapado en un remolino que lo arrastraba hacia el centro. La figura se movía con una anatomía que parecía irreal, cada paso era un recordatorio de las veces que había dudado, de las decisiones que habían llevado a su sufrimiento y al de otros.

—¿De verdad crees que puedes escapar de lo que eres? —continuó la figura, con sus palabras cortantes como dagas—. Has fallado antes, y fallarás de nuevo. Todo lo que tocas se desmoronará, ¿Cómo puedes proteger a los demás si ni siquiera puedes protegerte a ti mismo? la esperanza se te resbalará de las manos.

Richard sintió que su mente se llenaba de un caos ensordecedor, su cabeza empezaba a palpitar, y un fuerte dolor se empezaba a crear dentro. Imágenes de su fracaso lo asaltaban, cada una más vívida que la anterior. Recordó la batalla contra Daster, la mirada de decepción en los ojos de sus aliados, la sensación de impotencia al ver caer a aquellos que confiaban en él. Su respiración se volvió errática, cada que respiraba era un esfuerzo monumental, el aire era áspero.

—Tú eres el verdadero enemigo —susurró la figura oscura, acercándose más—. Eres tu propia ruina, la causa de tu sufrimiento. No necesitas a nadie más para destruirte.

Esencias Mágicas [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora